Hoy hemos conocido la Estadística de Violencia Doméstica y Violencia de Género del año 2014 del Instituto Nacional de Estadística en la que destaca un preocupante ascenso en el número de víctimas de violencia de género en menores de 18 años. Desde USO entendemos que estos datos demuestran que algo se está haciendo mal o quizá no se está haciendo nada cuando las nuevas generaciones siguen sufriendo esta lacra social. Respecto de 2013 han aumentado las víctimas en este tramo en un 15,4%.

A pesar de las campañas de fomento de la igualdad entre hombres y mujeres, la violencia ejercida contra la mujer en jóvenes se sitúa como un nuevo escollo en la lucha contra esta lacra. Desde USO consideramos fundamental la concienciación desde edades tempranas y el fomento de la educación en igualdad, como ejes fundamentales en la lucha contra la violencia de género, y exigimos más recursos destinados a la prevención, sensibilización y protección de las víctimas. Esta tendencia continua y alarmante de ascenso de la violencia de género entre los más jóvenes es una realidad que exige respuesta y demuestra la necesidad urgente de aumentar la inversión en políticas contra la violencia machista.

También destaca que el número de víctimas de violencia de género con orden de protección o medidas cautelares inscritas en el Registro fue un 0,1% menos que en 2013, 35 mujeres menos. Todas las cifras de víctimas de violencia de género hacen referencia al número de mujeres con orden de protección o medidas cautelares, tendríamos que saber cuántas ordenes de protección se han pedido para poder analizar el dato y saber realmente cual es el porcentaje de concesión que nos dé una visión global, ya que el hecho de que existan menos ordenes no significa que la violencia de género esté disminuyendo sino que no se han dado órdenes de protección.

La Estadística revela que la violencia de género afecta sobre todo a mujeres entre 25 y 39 años, con una edad media de las víctimas de 36 años. Por edades, aumenta el número de víctimas en el tramo de menos de 18 años, en mujeres entre 65 y 69 años, con un aumento del 21,3%, y de 70 a 74 años, subida que alcanza el 25,9%.

Por el lado de las víctimas está claro que algo falla pero es alarmante que el número de hombres denunciados por violencia de género tengo su mayor aumento en los hombres menores de 20 años, alcanzando un aumento de casi el 32% (tasa por 1000 hombres de 14 y más años), en paralelo con el aumento del número de denunciados de más de 75 años que varía en un 14,1%. Ni con las nuevas generaciones ni con los mayores se pueden tener datos buenos.

No puede explicarse que, después de tantos años, el retroceso con la generaciones jóvenes sea tan alarmante y sobre todo que no se estén tomando medidas al respecto pensando que ya estaba todo hecho. Las cifras nos dicen que no y sobre todo nos dicen que la juventud es la gran olvidada siendo el futuro.

Si nos fijamos en los datos por comunidades autónomas y ciudades autónomas los datos son variados subiendo el número de víctimas de violencia de género en 9 de ellas, Andalucía, Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Castilla y la Mancha, Comunidad Valenciana, Rioja y Melilla y bajando la cifra de víctimas en Baleares, Canarias, Cataluña, Extremadura, Madrid, Murcia, Navarra, País Vasco y Ceuta.

Han aumentado las infracciones penales imputadas a los denunciados, dejando la línea descendente desde 2011, siendo el delito de lesiones el más frecuente, seguido de las amenazas y torturas y otros delitos contra la integridad moral. Las medidas cautelares han sido sobre todo de carácter penal (75,2%) frente a las civiles.

Dentro de las medidas penales, la principal es la prohibición de aproximarse a determinadas personas (35,4%), la prohibición de comunicarse (33,5%) y la libertad provisional (15,3%).
Entre las medidas civiles: la determinación del régimen de custodia (26,3%), la determinación del régimen de prestación de alimentos (26,1%) y la determinación del régimen de visitas (23,9%), lo que no tienen que hacer pensar en las víctimas silenciosas de esta lacra social niños y niñas que están expuestos continuamente a la violencia y que en muchos casos son moneda de cambio y, lamentablemente, en algunos casos, víctimas que vienen a sumarse a las estadísticas.

Las cifras de víctimas con orden de protección o medidas cautelares ha aumentando en un 0,3%, de las cuales el 62% fueron mujeres y el 38% hombres.
En ambos casos, violencia doméstica y de género, el número de mujeres víctimas es mayor que el número de personas denunciadas.

A diferencia de la violencia de género la violencia doméstica afectó a de manera más uniforme a todas las edades, destacando igualmente la incidencia entre las menores de 18 años, 1 de cada 5 víctimas.

Las personas denunciadas por violencia doméstica disminuyeron en un 1,0% respecto de 2013, de ellas, el 74% fueron hombres y el 26% mujeres. La edad media de los denunciados fue de 35 años.

Víctimas mortales
Desde 2008, año en el que fueron asesinadas 76 mujeres por violencia de género, la cifra de víctimas mortales se redujo drásticamente en 2009, con un repunte al año siguiente volviendo a cifras insostenibles. Desde 2011 se ha producido un estancamiento, con 54 mujeres asesinadas en 2013 y el mismo número en 2014, según datos oficiales.

Hasta el 6 de abril de 2015 ya son 9 las víctimas de violencia de género, con sólo dos casos con denuncia, una de ellas puesta por una persona diferente a la víctima.
Y aunque las cifras en el mismo periodo del año pasado fueron peores, habiéndose alcanzado la escalofriante cifra de 22 mujeres asesinadas, queda mucho trabajo por hacer en la lucha por las desigualdades que son el origen de la violencia. Quizá, haber dejado de lado por parte de las instituciones la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres y pensar que está todo hecho nos puede estar pasando factura y fomentando las situaciones de violencia que, como hemos visto, es cada ves más fuerte entre la juventud.

Teléfono 016 de atención a las víctimas de violencia de género.