Los días 14 y 15 de febrero, la Confederación Europea de Sindicatos (CES) ha lanzado su campaña «Europa necesita un aumento de los salarios. Ha llegado el momento de nuestra recuperación».

Desde que estalló la crisis en 2008, los dirigentes políticos y los tecnócratas europeos han impuesto drásticas políticas de austeridad a los países de la UE, alegando que eran la solución de la crisis, a pesar de las advertencias de muchos economistas que sabían que los recortes y la moderación salarial no iban a solucionar nada. Tenían razón: esta errónea gobernanza económica europea ha agravado la crisis, provocando el aumento de las tasas de paro, la caída de la demanda interna, la deflación y un inaceptable aumento de las desigualdades.

De hecho, los detentores del capital y demás accionistas y las franjas salariales más altas de la sociedad, es decir, los dirigentes y ejecutivos de las grandes compañías, se han recuperado muy bien de la crisis e incluso han visto sus rentas dispararse, mientras que los trabajadores de a pie, cada vez más presionados, se han quedado a la zaga con un poder adquisitivo en caída libre y cada vez más dificultades para llegar a fin de mes.

En este período también se ha alargado la brecha salarial entre los hombres y las mujeres, que ganan de promedio el 25% menos que los hombres por el mismo trabajo. Además, estas políticas han contribuido al fortalecimiento de los movimientos populistas y partidos de extrema derecha anti-democráticos que se alimentan de la incertidumbre y precariedad reinantes en Europa.

La CES, sobre la base de sólidos análisis económicos, ha puesto en marcha esta campaña, para abogar por un aumento de los salarios de los trabajadores con el fin de reactivar la productividad y la demanda, lo cual restaurará la confianza en la estabilidad económica y, por ende, propiciará las inversiones públicas y privadas y la creación de empleo, iniciando así un círculo virtuoso de crecimiento sostenible y de convergencia hacia arriba en la UE.

Por supuesto, los interlocutores sociales debemos desempeñar un papel clave en esta evolución porque estos aumentos de salarios deben ser decididos en base a negociaciones colectivas coordinadas entre los países europeos para no perjudicar la competitividad de ciertos países o empresas en comparación con otros u otras, y también porque nuestras economías son interdependientes.

La Comisión Ejecutiva Confederal de USO ha comprometido su pleno apoyo a la campaña de la CES y se asegurará de implementar en nuestro país las acciones planificadas en la misma. Entre ellas, se incidirá de forma programada en ganar a la opinión pública mediante la sensibilización a través de las redes sociales, de los medios de comunicación y obviamente en las empresas y administraciones públicas.

Los aumentos generalizados de los salarios deben ir acompañados de políticas tributarias equitativas y de la lucha contra los paraísos y la evasión fiscal para colmar los déficits de los Estados y permitirles volver a invertir en el sector público y en sistemas de seguridad social equilibrados que mejoren la calidad de vida de todos los ciudadanos europeos.