Hoy se cumplen 5 años de la aprobación de la Reforma Laboral, con el objetivo de hacer frente a la intensa destrucción de empleo que había dejado a 5,2 millones de personas en paro, alcanzando una tasa del 22,85%. Bien es cierto que esta reforma ha tenido sus efectos en las estadísticas de empleo, al reducirse el número de desempleados hasta la cifra de 4,2 y haciendo descender la tasa de paro hasta el 18,63%, pero si abordamos la pérdida de calidad del empleo, la devaluación salarial que ha provocado y la desprotección en la que se encuentran los trabajadores hoy en día, el balance de estos años no ha sido tan positivo.

Algunos datos a tener en cuenta:

  • Más temporalidad del empleo. La tasa de temporalidad de encuentra en el 26,5%, cuando en 2011 se situaba en el 24,8%. España es el segundo país europeo con la tasa de temporalidad más alta.
  • La tasa de empleo a jornada parcial ha crecido 1,8 puntos entre 2011 y 2016 hasta el 15,3%, y sobre todo ha subido la involuntariedad de estas jornadas.
  • Paro de larga duración: el 56% de los desempleados lleva más de un año en esa situación.
  • Más precariedad en el empleo: contratos por horas, semanas, falsos autónomos, etc.
  • Menos calidad del empleo. España es el segundo país de la OCDE con el porcentaje más elevado de inseguridad ante el riesgo de desempleo. Los empleos que se crean no son de futuro y así lo perciben los trabajadores.
  • Ha creado trabajadores de primera y de segunda. Aquellos que perdieron su trabajo, ahora son más pobres al tener empleos con remuneraciones más bajas y de menor duración.
  • Se ha disparado el fraude laboral.
  • El salario medio en España ha descendido 800 euros desde 2011. El salario medio ha pasado de 25.999 euros brutos al año a 25.211 euros en 2015, último año del que se dispone el dato.
  • Ha cambiado la percepción del contrato indefinido, que ahora es un contrato temporal encubierto, porque durante el año de período de prueba el trabajador puede ser despedido sin indemnización. De cada tres contratos indefinidos firmados, uno desaparece a lo largo del año.
  • Ha reducido los costes del despido improcedente y ha facilitado los despidos colectivos al eliminar la autorización administrativa de los ERE y justificando los procesos por causas económicas (tres meses consecutivos de pérdidas).
  • Ha supuesto un golpe letal a la negociación colectiva, debilitando uno de los pilares de la razón de ser de las organizaciones sindicales, que la defensa colectiva de las condiciones laborales a través de la negociación colectiva. La Reforma Laboral ha roto con la fuerza vinculante de los convenios colectivos, facilitando el descuelgue, ha generado un desequilibrio total de fuerzas en la negociación y ha generado una total inseguridad jurídica de millones de trabajadores al limitar la ultraactividad y no dar salida a la situación de decaimiento de convenio. Ha desregularizado el mercado al hacer prevalecer los convenios de empresa frente a los de sector y ha favorecido la devaluación salarial al dar más poder a la parte empresarial.

La Reforma Laboral ha favorecido un mercado laboral más precario, más temporal, más inseguro, en el que los trabajadores han perdido buena parte de sus derechos, se encuentran más indefensos y ha debilitado la capacidad de defensa de las organizaciones sindicales ante la vulneración de derechos laborales. La incidencia de esta reforma solo ha servido para maquillar las estadísticas de creación de empleo pero no para dar lugar a un mercado de trabajo en el que productividad y calidad del empleo van ligadas. Si continuamos de esta forma, seguiremos construyendo una sociedad más desigual, pobre e injusta.