La justicia social es un principio fundamental para la convivencia pacífica y próspera, en todas y entre todas las naciones del mundo. Los principios de la justicia social defienden la igualdad de género, los derechos de los pueblos y de los migrantes y la eliminación de las barreras que enfrentan a las personas por motivos de género, edad, raza, etnia, religión, cultura o discapacidad.

Hoy, 20 de febrero, Día Mundial de la Justicia Social, debemos continuar reivindicando la urgente necesidad de erradicar la pobreza, promover el empleo pleno y el trabajo decente, la igualdad de oportunidades entre los sexos y el acceso al bienestar social para todos.

Durante los últimos años, el mundo ha sufrido una grave crisis económica que ha afectado gravemente al mundo del trabajo y a los servicios públicos, contribuyendo a acrecentar las diferencias entre ricos y pobres.

Es hora de que todos los esfuerzos vayan encaminados a reforzar los derechos laborales, tan dañados en los últimos años; a crear empleo estable y de calidad que procure la dignidad de la clase trabajadora; a avanzar en la igualdad entre hombres y mujeres, en todos los ámbitos; a defender una educación y sanidad universales, de calidad y gratuitas; al establecimiento de servicios sociales efectivos; a defender unas pensiones dignas y prestaciones solidarias y suficientes; el derecho a una vivienda digna y a servicios básicos de suministro de energía y salubridad, y a trabajar por acabar con la pobreza y la exclusión social.

Por ello, todas las reivindicaciones de la USO se sitúan en nuestro compromiso de lucha por una sociedad basada en la Justicia Social, la Igualdad y la Solidaridad como valores centrales de la sociedad española en el contexto de un mundo globalizado.