El incremento del paro registrado en septiembre pone fin a las bondades del período estival, y nos vuelve a traer a la dura realidad de nuestro maltrecho mercado laboral, con casi 5,3 millones de personas inscritas en el SEPE.

Este dato evidencia que nuestro mercado laboral está fuertemente condicionado por la estacionalidad, lo que origina que mayoritariamente se produzcan contrataciones temporales, de corta duración. Poco más del 7% del total de contrataciones realizadas tiene carácter indefinido. Además la falta de actividad económica implica que se estén realizando menos contrataciones, la contratación acumulada ha caído un 25,52 % con respecto al año anterior. ¿Cómo es posible que realizándose un promedio de 46.414 contratos diarios durante el mes de septiembre el paro se incremente en 25.572 personas, 853 diarias?

Desde la USO pedimos al Gobierno que no se consuele mirando septiembre del año anterior y preste especial atención a dos datos: el paro acumulado sigue siendo mayor y el paro de nuestros jóvenes se incrementa en septiembre en 28.590 personas. 

Es necesario un cambio de rumbo en la política económica, es necesario reactivar la actividad económica, generar inversión productiva, sólo así el empleo empezara a repuntar. Junto a ello hacen falta reformas estructurales sobre el modelo de crecimiento, diversificando el mismo, apostando por un fuerte desarrollo del sector industrial que no está sometido a la estacionalidad como sucede con el sector servicios.

Para la USO hay que pensar más en las personas y menos en la mejora estadística, especialmente en los casi 2,3 millones de personas que no perciben prestación ni subsidio y a los que se les está condenado a situaciones extremas de pobreza y marginalidad.