USO ha asistido a la mesa redonda “Estrategias de afrontamiento contra la violencia de género, etiologías, realidades perspectivas y propuestas”, organizada por el Centro de Enseñanza Superior Cardenal Cisneros y la Academia de Psicología de España, en la que han intervenido Raúl Canosa, director del CES Cardenal Cisneros; Heliodoro Carpintero, presidente de la Academia de Psicología de España; Francisca Expósito, decana de la Universidad de Psicología de Granada; Francisco Morales, de la Academia de Psicología de España; Francisco Santolaya, académico de la Academia de Psicología de España y presidente del Consejo General de la Psicología de España y Javier Urra, académico de la Academia de Psicología de España y anterior Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid.

Todos han coincido en señalar la importancia de poner fin a las causas de la violencia de género que impiden que consigamos acabar con esta lacra social y en la necesidad de que las mujeres víctimas de violencia tengan el apoyo de toda la sociedad parar poder salir de estas situaciones.

Para las mujeres europeas de entre 16 y 44 años, la violencia de género es la causa más frecuente de lesiones y muerte superando incluso a los accidentes de tráfico y el cáncer (OMS, 2013). La violencia de pareja es la forma más común de violencia contra las mujeres (OMS, 2016), considerada como la quinta causa de muerte y discapacidad del mundo con una prevalencia del 30% y una tasa del 38,6% de mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas. Recordemos que en lo que va de año han sido asesinadas 37 mujeres en España.

Las principales causas de la violencia son:

  • La desigualdad como principal causa de la violencia.
  • La igualdad (empoderamiento) como principal causa de la amenaza.
  • La ideología como sistema configurador de la desigualdad y asimetría del poder.

También se abordó el ciclo de la violencia, en el cual los hijos aprenden el abuso, la violencia física, y la sexual de los padres, que se va trasmitiendo de generación en generación a no ser que el modelo cambie. La repercusión en el contexto familiar, y en concreto en los hijos, se suele concretar en problemas psicológicos, bajo rendimiento académico, menor competencia social y mayor riesgo de ser víctima o verdugo en su caso, al replicar el patrón familiar aprendido.

Se abordó también el hecho de que solo un 1% considera que la violencia de género es un problema muy grave en el país y la existencia de muchas barreras a la hora de denunciar: identificar la propia violencia, miedo al agresor y al hecho de denunciar, tolerancia social hacia esa violencia, sentimiento de vergüenza y culpa, etc.

Es necesario un Pacto de educación en igualdad y género, y más allá, un Plan nacional de reeducación de todos nosotros y nosotras.