USO-Extremadura ha denunciado que la capacidad asistencial de las ambulancias adscritas al Servicio Extremeño de Salud es bastante deficiente. USO denuncia que las 16 ambulancias de Soporte Vital Básico aparecidas en el nuevo concurso son insuficientes para equiparar la calidad asistencial con otras regiones, máxime cuando la dispersión del territorio extremeño hace más necesario elevar el número de este tipo de vehículos.

El sindicato USO, consciente de que la empresa concesionaria del transporte sanitario, Ambulancias Tenorio SLU, tiene que desplegar seis ambulancias más de Soporte Vital Básico, exige la puesta en marcha de esos seis vehículos ya que existen núcleos de población que distan más de media hora de la ambulancia asistencial más cercana, incluyendo en estas las ambulancias de Soporte Vital Avanzado. Este es el caso de poblaciones como Cheles, Alcántara, Villar del Rey y sus respectivas vecinas, o muchas de la comarca de la Serena, por ejemplo.

Para USO-Extremadura, “alguna de las ambulancias de Soporte Vital Básico que aún no se han puesto a servicio de los extremeños podrían incluso reforzar las zonas con más densidad de población como Cáceres donde solo existe una ambulancia, cuando en Badajoz existen dos”.

Desde la Unión Sindical Obrera, exigimos enérgicamente a la Junta de Extremadura que ordene poner en servicio las seis ambulancias SVB, que por contrato faltan por desplegar, y que lo haga estratégicamente para dar cobertura sanitaria de emergencias a todo el territorio extremeño, dejando así de exponer a parte de la población a situaciones en las que la presencia de este tipo de recurso puede significar la diferencia entre la vida y la muerte, recursos hasta ahora inexistentes y que los extremeños están pagando día a día con sus impuestos. Es inexcusable que recursos sanitarios ya pagados no estén dispuestos diez meses después del inicio del contrato.

Debido al escaso número de ambulancias SVB, USO-Extremadura ha podido constatar que son muchas las emergencias cubiertas con ambulancias tipo A1, conocidas como de “urgencias”, pero que no tienen carácter asistencial y que por equipamiento son poco más que furgones con camilla y oxígeno. Desde USO Extremadura Denunciamos que los trabajadores de este tipo de ambulancias A1 están teniendo que enfrentarse a situaciones de emergencia que con frecuencia les desbordan, ya que la dotación personal en estas ambulancias es de un único técnico de transporte sanitario, mientras que en las SVB es de dos técnicos en emergencias sanitarias.

Caso aparte es el tema de los Desfibriladores Externos Semi-Automáticos (DESA) que por ley deben existir en cada ambulancia. Desde USO ya hemos denunciado en varias ocasiones la falta de estos desfibriladores en muchas ambulancias, así como otro tipo de material asistencial obligado por contrato como camillas de pala. El caso de la ausencia de desfibrilador lo consideramos de una gravedad extrema en un momento en que la sociedad demanda cada vez más la instalación de estos aparatos en lugares públicos, hasta el punto que la Concejalía de Transporte del Ayuntamiento de Badajoz ha anunciado la presencia de desfibriladores en cada autobús urbano, por lo que no se entiende que muchas ambulancias se paseen por la región sin ellos.

Sobre los certificados acreditativos, desde el sindicato USO denunciamos que los trabajadores están costeándose la renovación de los mismos, cuando debe ser la empresa Ambulancias Tenorio la que proporcione el cursillo necesario, sumando este incumplimiento del convenio colectivo a los otros muchos que viene arrastrando desde que tomó las riendas del transporte sanitario extremeño.

También USO denuncia la alta carga de trabajo a la que están siendo sometidos los trabajadores del servicio programado con jornadas maratonianas de hasta 16 horas, lo que supone el incumplimiento sistemático de los descansos obligados por ley que no solo afectan a la seguridad y salud de los mismos, sino también a la de los pacientes a los que transportan, anunciando que iniciará cuantas medidas sean necesarias para poner fin a estos abusos, desde movilizaciones hasta el planteamiento de un conflicto colectivo.