Para USO, con independencia del resultado abrumador favorable al NO en el referéndum griego, en ningún caso era razonable condenar a Grecia a una austeridad permanente. Hay que explorar un camino que aúne la sostenibilidad del crecimiento económico y el empleo, con la distribución de la deuda, la financiación y las necesarias reformas. No vale solamente un austericidio como el que se le ha planteado a Grecia durante años, que le ha llevado a una caída de su PIB del 25 %, y al crecimiento imparable de la pobreza y la exclusión social.

Por ello, más que nunca, los líderes europeos y sus gobiernos deben dar una respuesta constructiva para encontrar una salida razonable a la crisis por la austeridad en Grecia.

Esta es la petición sindical también de la Confederación Europea de Sindicatos (CES). En palabras de Bernadette Ségol, secretaria general de la CES, “el pueblo griego votó en contra de las políticas de desempleo, la pobreza y la austeridad que llevaron a una deuda insoportable. Los recortes de austeridad y de presupuesto han desestabilizado gravemente a la sociedad griega y han ocasionado que más de una persona, de cada tres, cayese bajo la línea de pobreza.”

Se necesita un plan europeo e internacional de crecimiento económico, estabilidad y un cronograma de actuación verosímil tanto de reestructuración de la deuda como reformas económicas y presupuestarias que permita que el pueblo griego renueve su confianza en Europa y sea capaz de aprovechar esta oportunidad.

Ese plan no sólo tiene que servir para Grecia, sino también para construir una Europa más solidaria, con un Euro ubicado en una nueva Unión Monetaria basada en la mutualización de las políticas macroeconómicas, presupuestarias y fiscales.

Precisamos además reforzar nuestra protección social, garantizando la Justicia Social con una Europa más cohesionada. Debemos evitar una Europa que obedezca sólo el interés de los especuladores y de los grandes mercaderes.