La USO llama a los afiliados, y a los trabajadores en general, a votar masivamente en las elecciones convocadas en las Comunidades Autónomas y Municipios para el próximo 24 de mayo, convencidos de que la democracia se construye y perfecciona ejercitando el derecho al voto, respetando la libre opción electoral de su afiliación y de las mayorías sociales trabajadoras.

USO invita a las diferentes opciones políticas a hacer suyas nuestras reivindicaciones y propuestas en materia laboral, social y económica, que se concretan en:

  • Construir y aplicar un nuevo paradigma de las políticas económicas que responda a las necesidades sociales de las personas, recupere su papel representativo, opere cambios profundos de regeneración democrática, erradicando la corrupción, y deje de subyugarse a la economía embridando de nuevo la misma.
  • Situar en el epicentro de las políticas el fomento de empleo estable, pleno y con derechos. Los colectivos de jóvenes, mujeres, discapacitados, inmigrantes y desempleados de larga duración deben estar entre las prioridades de esa acción.
  • Articular políticas que restituyan y potencien el sistema público de protección social, los servicios públicos y esenciales, la fijación de prestaciones sociales y Renta Social Mínima, la contribución a la cooperación al desarrollo y una reforma fiscal autonómica, foral y municipal que contribuya a que todos paguen según lo que realmente ingresan.
  • La regeneración del marco sindical combatiendo las perversiones legales establecidas, para que no discrimine a los sindicatos confederales frente a los nacionalistas y los mal llamados mayoritarios.
  • El ejercicio de políticas activas de empleo y de otras políticas que permitan junto a la creación de empleo la reposición de los derechos laborales individuales y colectivos gravemente dañados durante la etapa de recesión económica, muy singularmente con la reforma laboral, y que conlleven especialmente la recuperación de las rentas del trabajo.

USO solicita a los partidos políticos una campaña con propuestas reales y un compromiso social con la ciudadanía, en el que los programas electorales representen todo un contrato social y se desarrollen y cumplan en la legislatura que comienza transcurrido el 24-M, así como hacer de la transparencia un valor propio de gestión de los recursos públicos.