San José, la capital costarricense, ha acogido durante los días 28 y 29 de agosto la celebración del Seminario de Evaluación de la Cooperación Sindical en América Central y Caribe, organizado conjuntamente por la Red Sindical de Cooperación al Desarrollo (RSCD​), de la Confederación Sindical Internacional (CSI), y la regional americana de la propia CSI, CSA, y en el que ha participado la USO.

Los 22 asistentes a este seminario, entre los que se encuentran representantes sindicales de las dos orillas del Atlántico, de la  CSI y de la CSA, asociaciones e institutos de cooperación solidarios, y la Federación Profesional internacional UITA, entre ellos Santiago González de USO SOTERMUN, están trabajando en la mejora de mecanismos de eficacia y evaluación de la solidaridad intersindical y de los recursos obtenidos de diferentes fuentes por los sindicatos y sus organismos de cooperación, como actores de desarrollo.

Durante la primera jornada se ha dado a conocer un Directorio de Proyectos de la CSI donde se recogen diferentes proyectos que se han realizado o se están cumplimentando, que los propios sindicatos y asociaciones solidarias han ido aportando. Se trata de un directorio “vivo”, que se va nutriendo voluntariamente por las informaciones que los propios interesados van aportando. Con ese directorio se ha ido revisando qué sindicatos y sobre qué objetivos en cada país centroamericano o del Caribe se ha concretado la solidaridad intersindical y los recursos institucionales obtenidos, que no olvidemos, proceden de los impuestos aportados en cada país.

En todo caso, se ha constatado la reducción de los presupuestos de la ayuda oficial de la cooperación y cómo los sindicatos tienen un porcentaje muy inferior a su peso, el ostracismo que recibe el fortalecimiento sindical y el trabajo decente en la distribución de los fondos en favor de organismos multilaterales, muchos de ellos sin control del destino final o de sus beneficiarios, y de otros agentes de la cooperación.

Posteriormente ha sido presentada la última publicación de la RSCD, “Principios y directrices sindicales sobre la eficacia del desarrollo” que ha recogido numerosos comentarios de los asistentes señalando la especificidad de la solidaridad intersindical y la tensión dialéctica que supone atender un vocabulario o una agenda “política” de la OCDE, de los gobernantes de las ayudas a la cooperación o de unas ongs con mentalidad de consultoras más que de agentes de transformación social.

Por último, se ha realizado un ejercicio de autoevaluación de cómo cada uno de los participantes entiende que su organización realiza la solidaridad y cooperación intersindical, una puesta en común y una discusión de cómo se podría mejorar en el futuro.