Del 5 al 16 de junio se celebra en Ginebra la 106ª Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT. Más de 4.000 delegados, representantes de los Gobiernos, de las organizaciones de empleadores y de los sindicatos, de los 187 Estados miembros acuden a esta cita mundial. En ella, USO está representada por su secretario confederal de Acción Internacional, Javier de Vicente.

En la agenda de las distintas comisiones figura una discusión general sobre la migración laboral –nuevo contexto y desafíos de gobernanza-, la revisión de una recomendación con vistas al empleo y el trabajo decente para la transición a la paz, así como una discusión sobre el objetivo estratégico relativo a los principios y derechos fundamentales del trabajo con arreglo a la Declaración de la OIT sobre la justicia social para una globalización equitativa.

Hoy, 12 de junio, Día Mundial contra el Trabajo Infantil 2017, la jornada está dedicada a sensibilizar especialmente sobre la protección de los niños frente a la explotación laboral en casos de conflictos y catástrofes. Según la OIT, existen en el mundo aproximadamente 168 millones de niños víctimas de trabajo infantil.

Además la conferencia va a renovar a los miembros del Consejo de Administración y concluirá el informe y memorias sobre la aplicación de convenios y recomendaciones. Este último apartado, el cual se discute en la Comisión de Aplicación de Normas y Recomendaciones, es el que requiere una mayor atención por parte de los sindicatos; por ello USO ha centrado su asistencia a dicha comisión.

En la Comisión de Normas se evalúan los 24 casos -pactados entre patronal y sindicatos- que representan las mayores violaciones de los convenios internacionales de la OIT en otros tantos países. Entre los casos establecidos en la lista definitiva se analizan en esta 106º Conferencia los casos de Ecuador, El Salvador, Malasia, Polonia, Reino Unido, Ucrania, Venezuela y Paraguay.

Javier de Vicente, ha intervenido concretamente en el caso de Paraguay, relativo a la protección del Convenio nº 29 contra el trabajo forzoso u obligatorio, que afecta según estimaciones de la CSI a unos 35.000 trabajadores y trabajadoras indígenas que serían víctimas de prácticas de abuso por parte de sus empleadores. Su alocución, centrada en acreditar que el gobierno de aquél país no ha realizado los suficientes esfuerzos como para evitar estas prácticas deplorables, estuvo expresamente respaldada por otros sindicatos españoles y europeos.

Lo más preocupante para la mayoría de los sindicatos en esta nueva conferencia es la innegable situación de “calma tensa” que permanece tras el cuestionamiento realizado por los empleadores con respecto al derecho de huelga y su cobertura por el convenio 87 de la OIT. Para el movimiento sindical el derecho de huelga es lógicamente una línea roja infranqueable. Los portavoces del grupo de los trabajadores y de los empleadores confrontaron al respecto en la sesión de apertura de la Comisión de Normas.

Nadie olvida cómo en el pasado reciente el Grupo de los Empleadores bloqueó la conferencia poniendo en entredicho la jurisprudencia por parte de los expertos sobre el derecho de huelga y cuestionaron su competencia para interpretar los convenios de la OIT.

USO va a seguir en su línea de acción de defensa de la OIT y de la Organización de Naciones Unidas en su conjunto como marco de gobernabilidad de un modelo alternativo de globalización.