USO participa en la campaña “No es sano” para sanear el modelo de innovación de los medicamentos. El sindicato USO, como organización firmante del manifiesto de la campaña, defiende y pide la promoción del acceso universal a los medicamentos como parte indispensable del derecho a la salud.

A día de hoy, más de 2.000 millones de personas en el mundo no tienen acceso a los medicamentos esenciales. Además la privación de medicamentos ya no es sólo es un problema de países del llamado tercer mundo, si no que está comenzando a ser un problema también en nuestro país. De hecho, durante la presentación de la campaña “No es sano”, los expertos han llamado la atención sobre casos ocurridos en España, como el elevado precio del conocido medicamento para la Hepatitis C, Sovaldi, y han denunciado que 1 de cada 4 médicos de Atención Primaria declaran haber detectado abandonos de tratamientos por motivos económicos.

Se han celebrado tres mesas redondas que han abordado la problemática del modelo de innovación en los medicamentos desde tres perspectivas diferentes. Abel Novoa, presidente de la plataforma No Gracias, ha criticado que la investigación está centrada en las patentes, no en los pacientes, fomentándose la investigación basura, la deslocalización de ensayos en países con menos garantías, los precios elevados y la sobreestimación de la efectividad de los medicamentos.

En la misma línea ha hablado German Velásquez, asesor en el South Centre de Ginebra, que ha criticado el sistema de patentes, al que ha achacado la disminución de la innovación y el aumento en los precios.

Mientras siga el actual modelo, las farmacéuticas seguirán orientando su producción según criterios de maximización de beneficios y no en función de las necesidades de salud pública, dejando de lado la investigación de medicamentos para enfermedades no rentables y primando la producción de medicamentos para enfermedades crónicas, que son buen negocio, frente a los medicamentos para curar, cuyo coste de producción es elevado y los beneficios que producen, menores.

El estado hace un importante esfuerzo inversor en investigación básica, que debe revertir a las arcas públicas, pero actualmente no lo hace y, sin embargo, se acaban beneficiando las empresas farmacéuticas. Desde el sindicato USO, creemos que es necesaria una reforma del sistema que garantice el derecho a la salud y el acceso a los medicamentos que sean necesarios a un precio asequible. Debe introducirse una mayor trasparencia en el sistema, puesto que la sociedad tiene derecho a conocer los precios reales de transacción en la compra de medicamentos por parte del Sistema Público de Salud, además de tomar las medidas que sean necesarias para que el modelo garantice la cobertura universal de pacientes y enfermedades.