Trabajar con ola de calor obliga a extremar la prevención de riesgos laborales para evitar situaciones de estrés térmico

Muchas personas tendrán que trabajar con ola de calor durante esta semana y otros periodos veraniegos. Durante una ola de calor como la que estamos sufriendo en toda España, y que se recrudece hoy con especial virulencia, “todas las medidas que puedan tomarse son pocas, especialmente en la mitad sur de nuestro país. Estas, demás, deben tomarse con antelación. En los tiempos que corren, las previsiones meteorológicas son certeras a varios días vista”, reclama Sara García, secretaria de Acción Sindical y Salud Laboral de USO.

“La primera medida es evitar trabajar durante las horas centrales del día para trabajos al aire libre cuando afrontamos una ola de calor. Y no solo al sol, pues esta ola sobrepasa los 40º a la sombra”, continúa Sara García.

La muerte de un trabajador en tareas de ferrallado en Murcia, como consecuencia de un desvanecimiento a las seis de la tarde, “es una muestra más de que con la salud en el trabajo no se juega. El calor es un factor externo previsible que pone en riesgo la vida cuando se realizan esfuerzos físicos continuados padeciéndolo”, considera la secretaria de Acción Sindical y Salud Laboral de USO.

Medidas necesarias para evitar un golpe de calor u otros efectos del estrés térmico

Entre las medidas a tomar para prevenir los efectos del calor en el trabajo, “no solo debemos aminorar los tiempos de exposición al calor y garantizar descansos periódicos durante la jornada, sino paralizar durante estos días algunas actividades que pueden constituir un riesgo muy grave. Estas pueden ser tareas de construcción, remodelación de carreteras o los trabajos agrícolas”, incide Sara García.

A pesar de que la normativa en Prevención de Riesgos Laborales tiene ya veinte años, “seguimos encontrándonos con casos de muertes en el trabajo cada semana, la mayoría de ellas evitables, por desgracia. La temperatura correcta del cuerpo no debe superar los 37º. Cuando se supera, nuestro organismo comienza a poner en marcha los mecanismos de termorregulación, como la vasodilatación o el sudor. Sin embargo, cuando también estos mecanismos empiezan a fallar, se produce un estrés térmico. A partir de los 40º, puede provocar lo que se llama coloquialmente un golpe de calor e incluso la muerte”, explica la secretaria de Acción Sindical y Salud Laboral de USO.

Sara García recuerda que, “además de estas consecuencias extremas, el calor incide en todas las actividades. Por ejemplo, la fatiga por falta de sueño y descanso es mayor, y se dan también más accidentes in itinere por esta peor concentración”.