La Unión Sindical Obrera (USO) considera que el descenso del IPC en términos anuales, no refleja una situación de bajada real de los precios, sino que estos han subido menos que el mes de agosto del año pasado. Seguimos con un IPC demasiado alto para las familias, cada vez les sigue costando más llegar a fin de mes.

En agosto los precios han vuelto a crecer un 0,3%, lo que nos hace pensar, viendo las recientes subidas del precio de los carburantes y los gastos que suponen para las familias el inicio del curso escolar que no se va a producir una contención de los precios, sino que volverán a subir.

 

Ello va a seguir incidiendo negativamente en la demanda interna, al encontrarnos en una situación de menor renta disponible de los hogares, consecuencia de la pérdida de poder adquisitivo de los salarios y la mayor carga fiscal que padecemos. Todo ello va a ralentizar el consumo contribuyendo negativamente al deseado crecimiento del PIB y por tanto a la generación de actividad económica que dinamice el empleo.

Es necesario buscar un equilibrio entre el crecimiento de los precios y de los salarios de manera que se mejore la renta de los hogares, el poder adquisitivo y como consecuencia se anime el consumo y se reactive la demanda interna.