Como cada año, el cuarto viernes del mes de noviembre llega el Black Friday, una jornada maratoniana de ofertas especiales y que inaugura la temporada de compras navideñas. Pero también es el momento en el que arranca la creación de empleo temporal, mal pagado y en el que los derechos de los trabajadores se dejan de lado.

“El Black Friday es un día de ofertas y rebajas, pero lo que no se recorta ni desaparece son los derechos laborales de los trabajadores”, recuerda Sara García, secretaria de Acción Sindical y Salud Laboral de USO. Para afrontar el gran volumen de pedidos, son muchas las plataformas de ventas y grandes marcas que refuerzan sus plantillas “con contrataciones temporales, precarias y, en algunos casos, a tiempo parcial, aunque de forma fraudulenta son a tiempo completo. Los trabajadores realizan jornadas de trabajo maratonianas, en las que no se respetan los descansos y perciben sueldos bajos”, recalca García.

Según Adecco, durante el Black Friday y la campaña de Navidad se generarán más de 1 millón de contratos, “contratos que están exclusivamente vinculados a esta primera oleada de compras y, pocos de ellos, se retomarán en unos días para las ventas navideñas”, recalca la Secretaria de Acción Sindical y Salud Laboral. Los perfiles más demandados son nuevamente los de dependientes, mozo de almacén, atención al cliente, etc.

De nuevo, la creación de empleo responde a un modelo productivo basado en los Servicios, se crea empleo precario vinculado con el consumo y a campañas concretas de grandes almacenes y comercios. Para García, “este modelo de consumo excluye e incide negativamente en el pequeño comercio, que tiene que eliminar puestos de trabajo, que generalmente son estables, ya que no pueden afrontar nuevas contrataciones para atender los picos de demanda”, denuncia García.