Tras la pancarta “Juntos creábamos éxitos”, más de un centenar de trabajadores de la planta de Chassis Brakes, en Buelna, se han concentrado para exigir respeto, cumplimiento de las normas y vuelta al clima laboral habitual, tras el despido de una afiliada a USO. “Ha llegado el momento de decir basta”, decían de forma unánime los miembros del comité, compuesto por USO, CCOO y UGT. Esa gota que colmó el vaso ha sido el despido disciplinario de la compañera, centrando en ella toda la responsabilidad de los malos resultados de una auditoría. Sus compañeros señalan que, tras 17 años ejerciendo la labor de técnico de prevención, la ahora despedida no ha recibido ningún tipo de apercibimiento, sino “todo lo contrario”.

Los representantes de los trabajadores denuncian que “durante estos últimos años, venimos sufriendo un cambio de actitud de esta dirección con la plantilla. Las faltas de respeto e incumplimientos de los acuerdos alcanzados y de las normas, así como las decisiones de forma unilateral tomadas por la dirección, anulando el diálogo social, nos han llevado a un clima laboral jamás conocido e inaceptable para una plantilla siempre comprometida e implicada con su labor”.

Según el comité, los resultados de la auditaría utilizados como causa de despido desvelan “la mala gestión de la dirección por no facilitar los medios necesarios, algo que ha quedado demostrado con la contratación de dos personas para cubrir el puesto que venía desempeñando nuestra compañera en solitario”. Ahora, consideran en conjunto, “si consentimos esta decisión tan injusta, solo nos queda preguntarnos: ¿quién será el próximo?”

Los representantes de los trabajadores de Chassis Brake Buelna anuncian que “vamos a luchar por el respeto a los puestos de trabajo de toda la plantilla. Unidos, recuperaremos unas condiciones laborales justas y dignas”.

A la primera de la concentración, en la que han estado apoyados por la secretaria general de USO-Cantabria, Mercedes Martínez, le seguirá una segunda protesta el próximo viernes 25 de enero, de 12 a 15 horas, si no se revierte la situación. El sábado 26 de enero, los trabajadores están llamados a una asamblea para informar sobre las diferentes medidas de presión y un calendario de paros para febrero.