El pleno del Parlamento Europeo ha aprobado finalmente en Estrasburgo el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Canadá (CETA), por 408 votos a favor, 254 en contra y 33 abstenciones. Las divisiones en el seno de los grupos parlamentarios de Socialistas y Demócratas y de ALDE no fueron suficientes como para hacer prosperar la oposición al CETA.

Con ello, a partir de mes de abril una buena parte del acuerdo entrará en vigor provisionalmente en toda la Unión, si bien su aprobación definitiva dependerá de la ratificación de los respectivos parlamentos de los Estados miembros, y también de los de algunas regiones en función de las competencias establecidas por algunas constituciones nacionales.

Para USO es una mala noticia que la eurocámara haya dado el plácet a este texto porque puede perjudicar los derechos laborales y sociales, la salud de los consumidores, el medio ambiente y la soberanía popular de nuestra democracia. Aún así reconocemos que, si bien insuficientes, ha habido avances en la mejora en su redacción respecto del inicial, y ello ha sido producto de la fuerte presión realizada por los sindicatos y por los movimientos sociales.

Ahora la lucha contra el acuerdo seguirá para evitar su aprobación definitiva.