En el tercer trimestre del año, el número de ocupados se ha incrementado en 226.500 personas y el desempleo ha bajado en 253.900 personas, situando la tasa de paro en el 18,91% (4.320.800 desempleados), según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA). Pero no todo vale para mejorar las cifras de empleo, pues el que se ha creado es, una vez más, estacional, temporal y precario.

Además, el porcentaje de crecimiento de la ocupación ha descendido pasando del 3,11% en tasas anuales con respecto a 2014 y situándose en el 2,65% con respecto a 2015. Los datos no son para sacar pecho sino para reflexionar con respecto al modelo productivo de la economía española, basado en el sector servicios y en el boom del turismo, para que la creación de empleo no sea tan estacional.

Tan sólo basta analizar algunos datos que nos deja la EPA para afirmar que la precariedad se ha instalado en nuestro mercado laboral. En este trimestre, el número de asalariados con contrato indefinido ha descendido en 29.100 mientras que las contrataciones temporales han aumentado en 245.900, situando la tasa de temporalidad en el 26,96%, la más elevada desde el inicio de la crisis económica.

El comportamiento del mercado laboral continúa, de esta manera, profundizando en su dualidad, en su temporalidad y en su precariedad, instaurando la pobreza entre la clase trabajadora para la que, hoy en día, tener un empleo no conlleva abandonar la pobreza. Los datos, siendo positivos numéricamente, no justifican las visiones triunfalistas que defienden que este empleo es mejor que nada.

Sigue siendo preocupante la situación de los más de 2 millones de desempleados que perdieron su empleo hace más de un año, que suponen el 47% del total de desempleados, así como los casi 1,5 millones de hogares con todos sus miembros en paro. Por ello, desde nuestro sindicato, continuamos reivindicando la puesta en marcha de políticas públicas de creación de empleo estable y digno así como reforzar la protección social de aquellos que más están padeciendo la crisis económica, contribuyendo a hacer descender los índices de empobrecimiento de la ciudadanía en España.