Durante el año 2014 se han producido 482.578 accidentes de trabajo con baja, de los cuales 417.377 ocurrieron durante la jornada y 65.201 fueron accidentes in itinere. De este modo se incrementan un 3,2% en los accidentes en jornada y del 2,3% en los in itinere. Suben también los accidentes sin baja, llegando a 698.024, lo que supone un ascenso del 1,4% en comparación con los datos de 2013.

Por sectores de actividad, el sector agrario acumula 30.092 accidentes en jornada laboral; la industria, 86.270 accidentes; la construcción, 42.226 accidentes y los servicios, con 258.789 accidentes, subiendo el número de accidentes en todos los sectores.

Este incremento de la siniestralidad no se puede achacar a ningún incremento de población activa, puesto que la cifras en valores relativos (comparables a los de otros años) también aumentan. Por cada 100.000 trabajadores, en 2014 se han producido 3.058,2 accidentes en el año 2014, lo que supone un aumento del 1,6%. En lo referente a accidentes mortales en jornada, se registró un índice de incidencia de 3,33 accidentes mortales por cien mil trabajadores.

El índice de incidencia más alto se produce en “Industrias extractivas” con 11.991,9 accidentes por cien mil trabajadores, seguida de la “Construcción” con 6.194,8, el sector de “Transporte y almacenamiento” se han producido 4.728,4, y en la “Industria manufacturera” con 4.609,2, situándose este índice en todas ellas por encima de la incidencia media.

Desde la USO, ya hemos advertido de los factores que pueden estar detrás de estos incrementos de los accidentes laborales, uno de ellos, es la precariedad que caracteriza al empleo que se está creando y fomentando en España. Los nuevos puestos de trabajo son en su mayoría temporales, con el componente que esto conlleva de inestabilidad y mayor exposición a ciertos riesgos.

Por otro lado, en los últimos años nos hemos hecho eco desde la USO de los recientes recortes en prevención, tanto en las propias empresas como en los servicios de prevención ajenos, así como de la falta de efectivos en la inspección de trabajo. Ahora todo esto empieza a tener graves consecuencias y el debilitamiento de nuestro sistema preventivo a todos los niveles se está haciendo más que evidente.