Termina el periodo vacacional, volvemos a la actividad normal, al trabajo, la escuela y retomamos la rutina. Pero 24 mujeres y 3 menores no vuelven tras ser asesinados por violencia de género
La Delegación de Gobierno contra la Violencia de Género ha confirmado hasta el 19 de agosto un total de 24 mujeres y 3 menores asesinados. Además, encontramos 16 menores más en situación de orfandad.
Es durante los meses de verano cuando se concentran el 30% de los asesinatos machistas. No se trata del calor, se trata de un sistema de violencia estructural que actúa en contra de las mujeres. En verano, la convivencia con el agresor se incrementa, más horas compartidas en los mismos espacios, mayor control y menos oportunidades de evasión o escape. Por tanto, se crea un escenario de mayor riesgo y exposición a las violencias machistas.
Verano y violencia de género
En el mes de junio, el Ministerio de Igualdad convocó un comité de crisis por violencia de género. Esta decisión se tomó tras los 8 asesinatos de mujeres ocurridos en los 30 días anteriores. El comité alertó sobre esta grave situación y puso en marcha una campaña de prevención. El objetivo, movilizar a la población general contra la violencia de género.
Dos mujeres fueron víctimas de feminicidio por sus parejas o exparejas en julio. En el mes de agosto, 1 mujer fue asesinada por violencia de género (pendiente de confirmar el asesinato de Granada el 27 de agosto).
Actuación institucional
En el Sistema VioGen se mantienen activos más de 104.000 casos activos de violencia de género, en los que en más de 53.000 existen niños, niñas y adolescentes. Estos casos se clasifican en niveles de riesgo bajo, medio y alto, de acuerdo a sus características.
En el primer trimestre de 2025 se recibieron 47.865 denuncias por violencia de género y se incoaron 9.403 órdenes de protección. Además, de enero a julio de este año, se atendieron 60.908 llamadas al 016.
Estos datos solo reflejan los episodios de mayor impacto y las pérdidas más visibles a causa de la violencia de género. Sin embargo, existen otros casos que, al no cumplir con todas las características legales e institucionales para ser computados como violencia de género, quedan fuera de los registros. Casos como el “suicidio” de una mujer en Liria (Valencia) ocurrido en el mes de agosto, que se consumó tras ser retenida, privada de la libertad por más de 12 días y víctima de abuso sexual por su pareja, quedan fuera de los datos oficiales ya que a la fecha no existe ningún registro ni investigación sobre los suicidios motivados por violencia de género.
USO reclama políticas integrales que protejan a las mujeres de la violencia de género
La violencia de género es un problema complejo que requiere de estrategias institucionales acordes a la magnitud del fenómeno y que requieren actuaciones eficaces e inmediatas. “Todas y todos sabemos que el verano es una época fatal en términos de violencia de género y, en general, de violencias machistas. Pese a que en el acumulado de asesinatos, los datos son más optimistas que otros años, muchas de estas vidas pudieron salvarse. No basta con generar datos, hay que garantizar una atención integral, brindada por personal con un perfil adecuado, especializado y empático, dotado de recursos suficientes”, incide Lourdes Pedrazuela, secretaria de Políticas Sociales, Igualdad y Formación de USO.
“Además, no podemos dejar de lado la falta de respuesta oportuna y con la diligencia debida en los casos de atención integral y ayudas a niños, niñas y adolescentes que han quedado en situación de orfandad debido a la violencia de género. Podría parecer que han caído en el olvido institucional ya que reciben atención insuficiente y a destiempo”, denuncia Pedrazuela.
En ese sentido, desde USO exigimos políticas públicas integrales para atender a la violencia de género. Es imprescindible actualizar el marco de atención y adaptarlo a la realidad. Las leyes y las instituciones deben adaptarse a las necesidades sociales, por ello, queremos que las vidas que han sido arrancadas y destrozadas por la violencia de género y las violencias machistas, no queden como una simple cifra, sino que sean testimonio de un sistema estructural que debe mucho y permita generar nuevas estrategias que permitan que las mujeres accedan a una vida libre de violencia. ¡Ni Una Menos!
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