USO ha estado presente en la celebración del 50 aniversario de la CFDT, la mayor confederación sindical francesa. Prestigiosos dirigentes sindicales, intelectuales y políticos de renombre dedicaron la jornada a recordar los momentos clave de la historia de la CFDT.

Nacida del sindicalismo cristiano en 1919 como CFTC (Confederación Francesa de los Trabajadores Cristianos), se convierte en la CFDT en 1964, después de que el 90% de sus afiliados decidieran « desconfesionalizarse ». La nueva confederación estuvo luego muy cercana al partido socialista hasta 1978, fecha del fracaso de la izquierda en las elecciones legislativas, para luego volver a centrarse en la acción sindical con el objetivo de “convertir los valores en acciones” y reivindicar la autonomía sindical respecto a los partidos políticos. Se recalcó la centralidad de los dos valores esenciales, la igualdad y la solidaridad, que nunca dejaron de ser el hilo conductor de la evolución de la confederación.

Entre los oradores que respondieron a la invitación de la CFDT, cabe destacar a Emilio Gabaglio, ex-Secretario General de la CES, que expresó su pesar ante la ausencia total de una dimensión social en la agenda de la UE de los últimos 10 años. Michel Rocard, un ex-primer ministro francés, quien recalcó la necesidad de una mayor representación de los trabajadores en los consejos de administración de las empresas y exhortó el mundo sindical a aumentar la afiliación.

Por su parte, Manuel Valls, el actual primer ministro de Francia, recordó el papel central desempeñado por la CFDT en la construcción de las leyes que definieron el marco del diálogo social en las empresas hace 30 años y que siguen siendo válidas hoy en día. También recordó el papel clave de la confederación en la lucha por los derechos de las mujeres.

Finalmente, Laurent Berger, secretario general de la CFDT, subrayó en su discurso de clausura de la jornada la necesidad de un sindicalismo integrado en el siglo XXI, capaz de acometer los retos de la construcción de un desarrollo nuevo, sostenible, centrado en el empleo de calidad, y que deje de desperdiciar sus fuerzas en combatir enemigos ya muertos.