Controlar el acceso al porno, un primer paso, pero no el único, para frenar la escalada de violencia sexual favorecida por internet

Al fin controlar el acceso de los menores al porno ha saltado al debate público. Sin embargo, USO recuerda que la violencia sexual física no es únicamente producto del acceso ilimitado a un porno cada vez más duro, sino producto de una falta generalizada de control en la red.

Además de proteger a los menores frente a la pornografía, tipificar y perseguir otros delitos, como el ciberacoso y la ramificación de la violencia sexual en internet es clave para políticas integrales de protección de la infancia y la adolescencia.

El porno y sus efectos en la violencia sexual

La escalada de la violencia sexual entre menores, incluso por parte menores de 13 años, inimputables, tiene que obligar a la clase política a mover ficha en cuanto a educación sexual, atención a las víctimas, refuerzo para los menores en riesgo de exclusión y regulación del acceso de los menores a la pornografía. Por ello, el anuncio de un cortafuegos para los accesos y la petición de respaldo por parte de todas las fuerzas políticas es un primer paso que todos deben asumir y, además, ayudar a diseñar para que sea lo más efectivo posible.

Nunca antes había sido tan fácil consumir porno como ahora. De forma gratuita e inmediata; sin ningún control por edad, más agresivo y hasta con la posibilidad de ver varios programas a la vez. Este acceso sin control, claman los expertos, distorsiona la realidad de las relaciones sexuales; sobre todo, cuando la primera visualización se da muy joven, sin otra referencia sobre el sexo, o si falta educación sexual.

“En estas edades, la personalidad aún se está formando. Es un grave peligro que puedan crearse la idea equivocada de que el sexo real es una película porno, y más una película especialmente violenta. Eso se puede deducir del hecho de que no solo estén cometiendo las agresiones, sino también de que están tratando de repicar esas películas grabando las agresiones al mismo tiempo que las comenten; con una falta total de empatía hacia el dolor de la víctima, como si de verdad entendiesen que existe ese supuesto disfrute que ven en las películas”, expone Lourdes Pedrazuela, secretaria de Políticas Sociales, Igualdad y Formación de USO.

Control absoluto de acceso al porno por internet

El año pasado, vio la luz la conocida como Ley del Juego, que trata de adaptar la anterior legislación, de 2011, a las apuestas en línea. Aunque la propia idiosincrasia de internet limita su efectividad, al poder hacer seguimiento de ella únicamente en los sitios legales y regulados del internet público, es un avance orientado, sobre todo, hacia los menores de 25 años. Por eso, “cuesta entender que no se haya intentado antes con la pornografía”, lamenta Pedrazuela.

Uno de los grandes problemas del nuevo porno radica en su ubicuidad. “Hace un par de décadas, bastaba con controlar kioscos de prensa y videoclubs para garantizar que los menores no accedieran al porno. Ahora, no es suficiente con regular las grandes plataformas de streaming, aunque este debe ser el primer paso”, reitera la secretaria confederal de USO.

En este sentido, USO no entiende que “un chaval de 12 años pueda acceder a páginas supuestamente ilegales, a contenido de la deep web o el internet oscuro, y las instituciones no sean capaces de controlarlo. Además de establecer controles obligatorios de edad para las suscripciones a webs legales y, por supuesto, reforzar la educación sexual, es imprescindible dotar de más medios a las unidades tecnológicas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Estamos permitiendo que toda una generación sea absolutamente vulnerable a entender la violencia sexual como sexo”, insiste Lourdes Pedrazuela.

El miedo al porno, enemigo de la educación digital

Este fácil acceso al porno en la red ha contribuido también a demonizar el uso de dispositivos digitales para la educación. “Sin entrar a considerar si las tabletas deben estar presentes en las aulas o a qué edad, que es algo que le corresponde a la comunidad educativa, lo cierto es que esta facilidad para encontrar contenido indeseado ha demonizado el uso de dispositivos por parte de los niños. Los medios digitales son hoy una parte más, una parte muy importante, de la formación. La pornografía no puede ser un obstáculo para confiar un dispositivo a un menor. Debe haber un control parental de los contenidos o de los docentes si se da en el aula, pero no por una amenaza tan extrema”, incide la dirigente de USO.

Control de edad efectivo en la red

La mayoría de las redes sociales cuentan con supuestos controles de edad para hacerse un perfil. Sin embargo, “menores, y no solo hablamos de 18 años, sino niños menores de 13, tienen sus perfiles. Por lo tanto, la iniciativa para elaborar una herramienta propia del control de la edad es muy positiva, y deseamos que efectiva”, valora Lourdes Pedrazuela.

Sin embargo, USO pide ser mucho más estricto, “no solo con la pornografía, sino con el contenido digital que daña el desarrollo y la salud mental de nuestra infancia y adolescencia. Hace unos meses, un exingeniero de Meta, el español Arturo Béjar, denunció ante el Senado de EEUU que Instagram no hacía nada contra el ingente acoso sexual comprobado a los menores en su red social. Nos alegra este primer paso, pero creemos que una unión comunitaria, con directivas europeas, es urgente y mucho más efectiva. Porque, si algo nos ha demostrado la red, es que las fronteras de un país no son suficientes”.