La OIT alerta de que el 10 % más rico posee más del 76 % de la riqueza mundial, mientras la libertad sindical está bajo presión en numerosos países, incluidos los democráticos

Cada 10 de diciembre, el movimiento sindical y la comunidad internacional conmemoran el Día de los Derechos Humanos, instaurado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1950 para celebrar la aprobación, dos años antes, de la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH). La DUDH marcó un hito histórico al establecer que las libertades y la igualdad no pueden depender de la nacionalidad, el origen, el género, la orientación sexual, la posición social ni de ninguna otra condición.

Derechos Humanos, un balance preocupante

A pesar de los avances normativos, Naciones Unidas alerta de un retroceso global en materia de derechos humanos. Según datos recientes de la Oficina del Alto Comisionado, más de 70 países han aprobado o debatido leyes que restringen el espacio cívico, la libertad de expresión y la actividad sindical.

En 2024, se registraron más de 55 conflictos armados activos, acompañados de vulneraciones masivas de derechos fundamentales, desplazamientos forzosos y ataques contra la población civil. Más de 258 millones de personas viven en situaciones de extrema pobreza, vulnerando el derecho a un nivel de vida digno.

El número de defensores de derechos humanos asesinados o perseguidos continúa creciendo, especialmente en América Latina, Oriente Medio y África. La desigualdad sigue siendo una de las mayores fracturas globales: el 10% más rico posee más del 76% de la riqueza mundial, lo que limita el acceso real a derechos como la educación, la salud o la vivienda.

En el ámbito laboral, la OIT recuerda que uno de cada cinco trabajadores en el mundo está en condiciones de explotación, informalidad extrema o ausencia total de protección social, y que la libertad sindical está bajo presión en numerosos países, incluso democráticos.

España: avances, desafíos y el papel del sindicalismo

España cuenta con un marco constitucional avanzado en la protección de derechos fundamentales, incluido el derecho a sindicarse libremente, negociar colectivamente y declararse en huelga. En los últimos años se han logrado avances significativos en materia de igualdad, derechos laborales y lucha contra la violencia de género.

Sin embargo, persisten retos importantes como la precariedad laboral, especialmente entre jóvenes y mujeres. Las dificultades de acceso a la vivienda, que afecta al derecho a una vida digna, o la digitalización del empleo y los riesgos para la privacidad, la vigilancia laboral y la discriminación algorítmica, son otros retos reseñables.

En este contexto, el movimiento sindical desempeña un papel irremplazable como garante democrático. Los sindicatos no solo protegen derechos laborales, sino que también defienden derechos humanos, desde la igualdad hasta la no discriminación, pasando por la protección social, la salud laboral o la participación democrática en las empresas.

Derechos humanos en el centro de nuestra acción sindical

Para USO, la defensa de los derechos humanos forma parte esencial de nuestra identidad. Nuestra organización trabaja diariamente para proteger a las personas trabajadoras frente a abusos, discriminación y violencia en el trabajo; para impulsar políticas que reduzcan la desigualdad y garanticen la cohesión social; para promover la libertad sindical a nivel nacional e internacional, denunciando ataques contra sindicalistas en cualquier país, y reforzar la protección social, el empleo digno y la transición justa ante los cambios tecnológicos y climáticos.

En este 10 de diciembre, reafirmamos nuestro compromiso con la dignidad humana, la igualdad efectiva, la democracia y la libertad sindical. La defensa de los derechos humanos no es una efeméride, es una tarea diaria y colectiva.

Porque sin derechos laborales no hay derechos humanos completos, y sin sindicatos libres no puede haber sociedades libres.