Una amplia representación de sindicalistas y responsables de formación de Bulgaria, Rumania, Hungría, Polonia, Eslovaquia, Serbia, Macedonia, Portugal, Alemania y USO de España han abordado en un seminario, celebrado en Budapest, la evaluación y gestión de los programas nacionales del Fondo Social Europeo durante el nuevo periodo 2014 – 2020, tras la puesta en marcha del Código de Conducta, relatando sus experiencias y la capacidad de participar en la programación.

El seminario ‘Estrategias para organizaciones de trabajadores encaminadas a diseñar políticas de empleo y sociales basándose en las posibilidades otorgadas por los Fondos Europeos’, coorganizado por las organizaciones EZA y el sindicato húngaro MOSZ, ha servido para contrastar el grado de participación de los diferentes sindicatos o de institutos de formación, socios de EZA, en la obtención de financiación para la formación procedente del Fondo Social Europeo.

Seminario FSETras el encuentro, se ha confirmado que el Código de Conducta del Fondo Social Europeo ha obligado a las autoridades estatales a crear cauces o ahondar en la participación de los agentes sociales y a los sindicatos en particular, pero todavía insuficientes.

Con respecto a las tareas de formación ya realizadas en el anterior periodo presupuestario (2007-2013), se aprecian grandes diferencias, destacando las actuaciones formativas de los sindicatos polaco Solidarnosc; búlgaro, PODKREPA; húngaro, MOSZ; o el Instituto de Formación IFES, ligado al sindicalismo rumano, frente a las limitaciones de los otros sindicatos presentes.
USO, por su parte, ha destacado los problemas ligados a las normas que establecen un cierto monopolio formativo a los sindicatos mayoritarios y que, en muchos casos, ha dado lugar a la degeneración en calidad, universalidad y control.

Durante el seminario también se abordó la dificultad administrativa y de gestión de liderar proyectos europeos y de cómo los sindicatos con mayor capacidad de gestión nacional debieran implicarse en la formación internacional.

Entre las conclusiones más relevantes destaca la disposición de EZA a coordinar e impulsar la consecución de proyectos internacionales entre diferentes sindicatos de varios países, incluyendo los transfronterizos; posibilitar que algunas de sus actividades ligadas al diálogo social, donde obtiene sus fondos, vayan destinados a la observación y formación sobre el Fondo Social Europeo para que sus socios puedan incrementar su conocimiento y, en su caso, la obtención de fondos económicos; y la predisposición de todos los presentes en poder ser copartícipes de proyectos comunes con los fondos sociales.