La Confederación Europea de Sindicatos (CES) organizó una Alta Conferencia en Roma sobre los refugiados, en la que participó una delegación de USO compuesta por Javier de Vicente, secretario de Acción Internacional y Santiago González, adscrito a la Secretaria de Internacional del sindicato.

En dicha Conferencia se puso de relieve que los sindicatos:

  • apoyamos a las personas y organizaciones que trabajan para ofrecer a los solicitantes de asilo una vida segura y decente en Europa;
  • reclamamos asignar fondos europeos a los países que reciben refugiados;
  • queremos que haya rutas legales y seguras para los solicitantes de asilo y que el acuerdo gubernamental de los gobiernos de la UE con Turquía no debe incluir aspectos mercantilistas;
  • insistimos en que es necesario integrar a los refugiados en el mercado laboral, garantizando la igualdad de remuneración y condiciones de trabajo iguales para los trabajadores locales y otros;
  • y que es perentoria la inversión en servicios públicos y el crecimiento económico en beneficio de las comunidades locales y para el bien de todos, independientemente de su nacionalidad.

En el encuentro intervinieron el secretario general de la CES, Luca Visentini; el secretario general de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), Lamberto Zannier; el representante regional adjunto de ACNUR en el sur de Europa, Roland Schilling; el presidente del Comité Económico y Social Europeo (CESE), Georges Dassis; y se leyó un mensaje de Federica Mogherini del Consejo Europeo, y finalmente, intervinieron los dirigentes sindicales europeos, entre ellos Javier de Vicente que cerró el debate.

De Vicente hizo mención del acto que se celebró en Madrid el 14 de junio, en el que artistas, actores, asociaciones, políticos y sindicalistas protagonizaron un llamamiento común para que el Gobierno español fuera más proactivo en la política de reubicación y asilo y que el problema de los refugiados nos concernía a todos, no sólo a los países con las fronteras más próximas a lugares de conflicto armado. Apoyó al secretariado de la CES por su trabajo de liderar una respuesta común y amplia del movimiento sindical, no siempre seguida por todos los sindicatos europeos, a favor del derecho de los refugiados y de su integración social.

Esta última cuestión, la necesidad de una política común europea, humanitaria, de cumplimiento de derechos, de mantener los valores europeos, Schegen, planeó en todas las intervenciones frente a una realidad de cuartearse la política europea con vallas, incumplimientos a las leyes internacionales, movimientos xenófobos e incomprensiones sociales. Así Visentini remarcó que “la crisis humanitaria requiere una respuesta humanitaria. Es precisamente en un momento como éste en el que la UE debe mostrar su valor, y no para desmantelar logros como la libre circulación de Schengen”.

El movimiento sindical europeo ha presentado una Declaración exigiendo ayuda humanitaria y derechos para los refugiados. En 2016, han sido 208.150 los solicitantes de asilo que han llegado a la UE por mar. De éstos, 2.856 han perdido la vida en el mar. Desde 2014 han muerto en el Mediterráneo más de 10.000 personas. Europa está cumpliendo las obligaciones internacionales que ésta ha contraído para proteger a los refugiados.

En esta declaración, el sindicalismo europeo reclama ayuda a los refugiados para integrarse en el mercado de trabajo y la sociedad, defendiendo al mismo tiempo la igualdad de trato y los derechos de los refugiados y los trabajadores locales, ámbito en el que los sindicatos están desempeñando un papel activo.