El 7 de octubre celebramos la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, un día para reivindicar la dignidad en el empleo en todo el mundo

Este año, la Jornada Mundial por el Trabajo Decente está dedicada a los millones de trabajadores que reclaman justicia salarial. Con motivo de esta esta reclamación, USO ha convocado movilizaciones bajo el lema “Recuperar poder adquisitivo YA”, para reivindicar la subida de salarios. En la jornada de ayer se llevaron a cabo concentraciones en 18 ciudades españolas para reclamar una actuación urgente por parte del Gobierno para frenar la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores.

El próximo 22 de octubre, USO junto con otros ocho sindicatos independientes ha convocado manifestación en Madrid para reclamar el desbloqueo de la negociación colectiva; garantizar el acceso a los suministros básicos; una nueva legislación laboral para crear empleo estable; unos PGE que prioricen el gasto social, y la democratización y pluralidad del diálogo social, con una ley más participativa.

El aumento del coste de la vida está empobreciendo a los trabajadores

La Confederación Sindical Internacional (CSI), de la que USO es miembro, denuncia que la inflación desenfrenada, impulsada por la especulación por parte de poderosas corporaciones que controlan la energía, el transporte, los alimentos y otros productos básicos, está situando en la pobreza a más trabajadores y sus familias. Más de la mitad de los hogares tienen dificultades para sobrevivir y el 10 % no puede cubrir el coste de productos esenciales.

La pandemia y la invasión de Ucrania han tenido un impacto dramático en el suministro de bienes y la especulación empresarial de estas crisis continúa sin control. A esto se le suma que, desde 2005, la productividad de los trabajadores ha aumentado un 37 % a escala global pero, sin embargo, a estos se les priva de los beneficios económicos derivados de ello. Además, los salarios mínimos en la mayoría de los países son inadecuados, lo que lleva a estos trabajadores a seguir perdiendo terreno.

Movilizarse por la justicia salarial

Para la CSI, en esta Jornada Mundial por el Trabajo Decente la justicia salarial es una piedra angular del contrato social entre trabajadores, gobiernos y empleadores que se ha roto en aras de la avaricia corporativa. Desde el inicio de la pandemia han surgido 573 nuevos multimillonarios que ahora controlan el 13,9 % del PIB mundial mientras cada día más de 700.000 personas caen en la pobreza.

La fractura del contrato social amenaza a la democracia misma ya que la represión antisindical y la falta de garantía de leyes laborales justas alcanzan nuevos niveles. Esto se ve reforzado por el falso mito de que la inflación es culpa de los trabajadores y que cualquier aumento en sus ingresos sería malo para la economía. Pero es simplemente falso: la inflación en los pocos países restantes que tienen indexación automática de salarios está en los mismos niveles que los países comparables que no han aumentado los salarios.

A los trabajadores en todo el mundo no les ha quedado otra opción que ir a la huelga para exigir acciones que cierren la brecha salarial frente a la inflación desenfrenada, que priva a los hogares y las comunidades de cualquier posibilidad de una vida digna y un futuro digno. Muchos de ellos enfrentan una represión violenta por parte de los gobiernos comprometidos con los intereses corporativos, o la amenaza y la realidad de perder sus trabajos.

El movimiento sindical mundial se mantiene unido por la justicia salarial para todos los trabajadores, formales e informales, sin importar dónde vivan y ni el trabajo que realicen. Las crisis cruzadas del calentamiento global, los conflictos armados y la codicia corporativa deben convertirse en un punto de inflexión. Los gobiernos deben aceptar que tienen que gobernar en interés de las personas y dejar de complacer el poder de las élites corporativas.

El mundo necesita un nuevo contrato social con justicia salarial en su centro. Se debe cerrar el déficit global de 575 millones de empleos; se deben respetar los derechos fundamentales de los trabajadores, reemplazar la discriminación por la igualdad; extender la protección social a todos y se debe construir una economía mundial inclusiva.