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En abril, bajó el paro, pero subió sobre todo la contratación de fijos discontinuos
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La industria pasa de ser el empleo más estable por una nueva contratación mayoritariamente temporal
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Las mujeres siguen sufriendo el empleo más precario
El paro bajó en abril en toda España, excepto en Ceuta. La Semana Santa y el puente de mayo han tirado del sector servicios, aunque el desempleo ha bajado en todos los sectores.
“Llama la atención, sin embargo, que se han firmado más de medio millón de contratos indefinidos, pero el paro ha disminuido únicamente en 67.000 personas. El contrato indefinido no es ya garantía de empleo en España”, denuncia Joaquín Pérez, secretario general de USO. En abril, la contratación global se resintió con respecto al año pasado, con un 10 % menos de contratos firmados.
Curiosamente, el sector más aquejado por las contrataciones temporales no ha sido el de los servicios, sino la industria. “En abril, muchos de los contratos que se encuadran bajo el epígrafe de ‘indefinidos’ son de fijos discontinuos, para encarar la temporada turística. De hecho, suponen exactamente un tercio de los contratos indefinidos. Para nosotros, ese tipo de contratación no es la que genera empleo de calidad. Pero la temporalidad en la industria, con solo 1 de cada 4 contratos indefinidos, es una gran señal roja de peligro. El sector que debería ser motor del cambio de modelo productivo no está creando empleo, sino solo sustituciones”, advierte Pérez.
El secretario general de USO pone el foco en el tipo de contratación “porque nos alerta de qué empleo se está creando. Baja el paro, sí, pero quienes se han incorporado no trabajan todos los días o no trabajan la jornada completa. La contratación indefinida a jornada completa es la que más ha bajado con respecto al mes pasado, únicamente el 38 % de los contratos indefinidos contemplan esta jornada”.
Por último, Joaquín Pérez reitera que “la brecha de género, lejos de cerrarse, se abre cada vez más. El nuevo empleo temporal es sobre todo de mujeres. Si entre los hombres las contrataciones de duración determinada suponen el 40 %, entre ellas se van al 48 %. Esto perpetúa la precariedad femenina”.
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