La USO ha manifestado en las calles de diferentes ciudades de España su rechazo frontal a la reforma de las pensiones que pretende imponer el Gobierno del PP. La USO ha convocado en solitario estas primeras protestas sindicales al igual que en su momento también lo hicieran frente a la anterior reforma de las pensiones del Gobierno socialista y pactada con los agentes sociales. En numerosas ciudades españolas se han llevado a cabo concentraciones frente a las delegaciones del Gobierno.

En Madrid la protesta se ha realizado en las inmediaciones de Congreso de los Diputados. Una representación de la ejecutiva confederal ha entregado en el registro de la cámara baja, cartas dirigidas al Presidente del Gobierno y a los portavoces de los principales grupos de la oposición.

 

En las misivas se explican los motivos de rechazo al conocido como “pensionazo” que va en contra de la “letra y del espíritu del artículo 50 de la Constitución” y se alerta del riesgo cierto del recorte del poder adquisitivo de los pensionistas actuales y futuros por la aplicación del factor de sostenibilidad.

La USO considera que la reforma anunciada hasta este momento parte de una premisa falaz: que el sistema no es sostenible. El sistema español de reparto es perfectamente sostenible en el momento en el que seamos capaces de generar empleo abundante y de calidad y por tanto aumente la cuantía de las cotizaciones a la Seguridad Social.

El Comité de Expertos que elaboró un informe sobre el factor de sostenibilidad el pasado junio por encargo del gobierno, centró todo su análisis en el riesgo de desequilibrio demográfico, por la prolongación de la esperanza de vida, tendencia en sí misma positiva, pero según los últimos datos del INE la esperanza de vida al nacimiento se redujo ligeramente respecto al año anterior, cifrándose en 82,2 años.

Ligar el futuro de las pensiones sólo a este hecho, que puede verse afectado por factores de todo tipo, es decir introducir reformas para aminorar el gasto sin preocuparse de la generación de ingresos y por tanto del empleo, es un despropósito. Más aún cuando uno de los factores que afectan al sistema como es la edad legal de jubilación ya se ha modificado y este cambio –que incrementa en dos años la edad legal de jubilación hasta los 67 años– no se toma en consideración en la definición del futuro factor de sostenibilidad. También se olvidan que el porcentaje del PIB que dedicamos a pensiones es inferior a la mayoría de los países de nuestro entorno.

El objetivo de esta protesta es que se preserve por ley la garantía de actualización del valor de las pensiones y el mantenimiento de su poder adquisitivo. La USO también apuesta por fijar los 65 años como edad de jubilación real y no los 67 actuales, incrementar las dotaciones al Fondo de Reserva de la Seguridad Social, mantener el periodo de cálculo en los 15 años, dignificar las pensiones mínimas equiparándolas al Salario Mínimo Interprofesional y eliminar los topes máximos de cotización manteniendo una pensión máxima.

Cabe recordar que la anterior reforma de las pensiones fue llevada a cabo por el Gobierno socialista y pactada con los agentes sociales CEOE, CEPYME, UGT y CCOO.