Monitores de tiempo libre: el sindicato USO analiza la evaluación de riesgos y las medidas de prevención a tomar en una profesión eminentemente estacional

Salvo los ligados estrechamente a las actividades del curso escolar, los monitores de tiempo libre suelen tener un trabajo estacional, muy concentrado en primavera y verano, con contratos temporales y poca o nula formación en la prevención de los riesgos laborales a los que se exponen.

Este año, además, su actividad, que en muchas ocasiones va ligada al trabajo con menores, viene marcada por la atención a los protocolos covid. Así, en las actividades de ocio organizadas que se realicen, debe garantizarse el cumplimiento de las recomendaciones de promoción de la salud, prevención e higiene del Ministerio de Sanidad en relación con el covid-19, que incluyen detalles organizativos, tanto de las propias actividades, como para la identificación precoz y coordinación de las actuaciones en caso de incidencias relacionadas con la enfermedad.

En USO, os detallamos las recomendaciones generales; los factores de riesgo globales y el añadido covid; y los riesgos a los que se enfrentan a diario las personas que dinamizan nuestro ocio o el de nuestros familiares.

Funciones de los monitores de tiempo libre

La persona monitora de tiempo libre es la que, con la titulación académica requerida por la legislación vigente y/o experiencia acreditada en la actividad, dinamiza el desarrollo de los programas de ocio educativo y/o tiempo libre. Se hace dentro del marco pedagógico establecido por la actividad y de acuerdo con la legislación vigente: transmite sus conocimientos, métodos y estrategias, dirigidos al desarrollo grupal e individual de sus componentes.

Comprende los siguientes puestos de trabajo:

  • monitores.
  • aula matinal.
  • transporte escolar.
  • comedor escolar.
  • programas y proyectos en el medio natural.
  • actividades extraescolares.
  • campamentos y actividades en vacaciones.

Principales factores de riesgo de estos monitores

Los principales factores de riesgo en estos puestos son ergonómicos y psicosociales. Cuando se trata de actividades realizadas en el exterior, las zonas de trabajo a controlar son muy amplias, por lo que requieren una mayor exigencia física.

La permanente vigilancia de menores, a la vez que se ejecutan otras actividades, obliga a giros forzados de tronco y cuello, e inclinaciones de espalda para una mejor visualización. Esto conlleva un mayor esfuerzo osteomuscular.

En las actividades de manualidades, se obliga al uso de las manos de forma repetitiva. La falta de espacio para colocar los materiales utilizados conlleva desplazamientos innecesarios a un ritmo alto con, además, manejo de cargas; unidos a la falta de medios mecánicos para el transporte de materiales. El mobiliario de pequeñas dimensiones está adaptado mayormente a la edad infantil, no a los adultos. Los riesgos posturales derivados de posturas forzadas de trabajo pueden conllevar una falta de alineación de las articulaciones.

Los grupos numerosos o con dificultades psicológicas o físicas incrementan los factores de riesgo en general y los ergonómicos, en particular. El ambiente ruidoso provoca una mayor carga mental. Si hay desniveles, terrenos escarpados, escaleras y rampas en los desplazamientos con los que tengan dificultades psicológicas o físicas y necesiten ayuda para trasladarse, se dará una mayor carga postural y desgaste físico. La ausencia de instalaciones de descanso adecuadas y ergonómicamente diseñadas para personas adultas provoca que las pausas necesarias no sean totalmente eficaces.

Riesgos ergonómicos de los monitores de tiempo libre

Todo lo anterior desencadena en los riesgos ergonómicos en el puesto de trabajo por:

  • Postura predominante de pie sin apenas andar. Esto es, bipedestación estática prolongada. Unida a falta de alternancia postural.
  • Postura predominante caminando. Falta de alternancia postural.
  • Inclinar cabeza/cuello hacia delante.
  • Inclinar la espalda/tronco hacia delante. Flexiones prolongadas o con altas frecuencias de repetición, con un ángulo de inclinación del tronco superior a 20º.
  • Inclinar la espalda/tronco hacia detrás.
  • Doblar una o dos muñecas hacia arriba, hacia abajo, hacia los lados o giradas.
  • Inclinaciones del tronco con giros reiterativos, en ocasiones.

Evaluación de riesgos y medidas preventivas a tomar

Las medidas preventivas que pueden proponerse, en el momento de la evaluación de riesgos del puesto, para eliminar o mitigar estos riesgos:

  • Disponer de una silla baja con ruedas, giratoria o con sistema de frenado y apoyo lumbar.
  • Carros con ruedas para el transporte de materiales.
  • Mesas del aula-taller con forma de “U”. Le permiten a la persona monitora moverse con sillas de ruedas.
  • Si no es posible ubicar los materiales de las actividades en la misma zona donde van a realizarse, establecer zonas de almacenamiento de los materiales próximas a donde se utilizan. Así se evitan traslados y manipulaciones de cargas.
  • Favorecer la alternancia o el cambio de tareas para conseguir que se utilicen diferentes grupos musculares y, al mismo tiempo, se reduzca la monotonía en el trabajo. Mayor número de personal de apoyo. Distribución de las actividades en fases y asignación de estas a equipos de trabajo más amplios.
  • Uso de medios de transporte sostenibles, como bicicletas, para trasladarse por las instalaciones. Esto también facilitaría el transporte de cargas.
  • Eliminación de barreras arquitectónicas en los centros educativos.
  • Diseño ergonómico de las instalaciones que permita la fácil visualización de los menores, lo que evitaría posturas forzadas en el monitor. La colocación y el diseño del equipamiento deben permitir al trabajador adoptar una postura recta, de frente al área de trabajo, que le permita ver la tarea fácilmente.
  • Diseño de instalaciones de descanso adecuadas y ergonómicamente diseñadas para adultos.
  • Formación específica en ergonomía a los trabajadores para identificar los riesgos y prevenirlos.
  • Debe realizarse una vigilancia de la salud específica de los trabajadores del sector según los protocolos de vigilancia de la salud aplicables a su actividad laboral.

Recomendaciones para organizar mejor las actividades de tiempo libre dirigidas a la población infantil y juvenil

En cuanto a las recomendaciones para facilitar la organización de las actividades de tiempo libre dirigidas a la población infantil y juvenil, sin perjuicio de lo que dispongan la autoridad competente de cada comunidad autónoma, el Ministerio de Sanidad ha establecido medidas organizativas y preventivas para proteger la salud de las personas trabajadoras frente al coronavirus. Desde USO os las recordamos, para velar por la salud de todos:

  • Se recomienda priorizar la realización de actividades al aire libre.
  • Deben respetarse al máximo las capacidades previstas de comedor y de las habitaciones, observando la distancia interpersonal de, al menos, un metro y medio. La disposición de las mesas y sillas, así como de camas, debería ser de tal forma que posibilite el cumplimiento de la distancia recomendada.
  • Se recomienda la realización de actividades preferentemente en grupos estables de convivencia que, en lo posible, mantengan su autonomía e independencia del resto mientras dure la actividad.
  • Las personas especialmente sensibles al covid-19 podrán trabajar, siempre que su condición clínica esté controlada y lo permita, y manteniendo las medidas de protección de forma rigurosa.
  • Se recomienda planificar el tamaño de los grupos, los horarios, y las actividades para posibilitar el cumplimiento de las medidas de prevención y distancia física interpersonal.
  • Se asegurará que todas las personas tengan permanentemente a su disposición en el lugar de la actividad agua, jabón y papel para el secado de manos y, si no es posible, geles hidroalcohólicos, o desinfectantes con actividad virucida autorizados y registrados por el Ministerio de Sanidad, para la limpieza de manos.
  • El uso de guantes no es recomendable de forma general, salvo en las tareas de limpieza.