Un grupo de representantes de la campaña No es Sano, de la que nuestro sindicato forma parte, se ha concentrado a las puertas del Congreso para reclamar a los diferentes partidos políticos que impulsen medidas en la Cámara Baja para reformar un sistema de investigación y producción de medicamentos que a día de hoy es injusto y tremendamente ineficiente. Ataviados con una gran píldora, los miembros de la campaña han recorrido el centro de Madrid informando a la ciudadanía sobre cuáles son los problemas del modelo actual y qué impacto está teniendo ya en la salud de la población.

No es Sano viene reclamando medidas efectivas que consigan controlar el escandaloso aumento de los precios de los fármacos para enfermedades graves como el cáncer, la hepatitis C o la esclerosis múltiple. Unos precios que ponen a los intereses económicos por delante del derecho a la salud de los pacientes y que han convertido a la industria farmacéutica en una de las más rentables del mundo.

El ejemplo más reciente es el de la hepatitis C y el racionamiento del Sovaldi, el medicamento más nuevo y efectivo -con altos precios- al que hasta ahora solo han accedido las personas que se encontraban en las fases más avanzadas. De seguir esta tendencia, este mismo problema se trasladará a enfermedades como el cáncer, cuyos tratamientos superan en ya en muchos casos los 40.000 euros por paciente al año.

“Son precios insostenibles, injustificables y confidenciales porque así lo imponen las compañías farmacéuticas. El gobierno tiene que cambiar su forma de negociar. Reclamamos cambios en el modelo para que las reglas no estén marcadas por la industria”, ha reclamado Vanessa López, directora de Salud por Derecho. “Se está poniendo en riesgo la sostenibilidad de nuestro Sistema Nacional de Salud debido a que algunas compañías farmacéuticas, aprovechando su posición dominante en base a las patentes otorgadas por los gobiernos, están rompiendo los equilibrios tradicionales al poner unos precios desorbitados de los medicamentos”, ha asegurado Roberto Sabrido, presidente de la Asociación por un Acceso Justo al Medicamento.

“Las compañías que establecen los precios juegan con lo que una sociedad está dispuesta a pagar para salvar vidas entre su población. Este sistema se parece más a cómo se decide el precio de un producto en un supermercado que a lo que debería ser una política justa de acceso a los medicamentos”, ha abundado Felipe Noya, portavoz de Médicos del Mundo.

En esa misma línea se ha manifestado Mónica Cavagna, experta en Salud de la Organización de Consumidores y Usuarios -OCU-, “los altos precios de los nuevos medicamentos no guardan ninguna relación con los costes de investigación y desarrollo de las moléculas que dan origen a esos nuevos fármacos. Se debe trabajar hacia la transparencia de las negociaciones sobre precios con la industria y esto debería quedar amparado por un cambio de la normativa”.

La transparencia es un pilar fundamental de las reclamaciones de la campaña. “Necesitamos que se hagan públicos los asuntos públicos, como es el caso del acceso a los medicamentos, que es una necesidad básica de la ciudadanía. Exigimos transparencia en la toma de decisiones y criterios que defiendan fehacientemente los intereses del sector público”, ha asegurado Carlos Ponte, portavoz de No Gracias.

El debate en el Congreso
Frente al Congreso, los miembros de No es Sano han reclamado a los diferentes partidos políticos que den luz verde a la Subcomisión sobre acceso a medicamentos cuya aprobación se está negociando en la Comisión de Sanidad. Los objetivos de este grupo de trabajo, propuesta de Podemos, recoge muchas de las peticiones que la campaña ha venido defendiendo y trasladando a los diferentes partidos políticos, como analizar y evaluar los nuevos modelos de financiación de medicamentos; desarrollar una estrategia de transparencia en I+D con fondos públicos; y plantear el papel de España en el diseño de alternativas que favorezcan la I+D más vinculada a las necesidades de salud.

Esta subcomisión sería un paso clave para llevar a cabo una reforma del sistema. “Necesitamos que haya un exhaustivo análisis de la situación, no sólo en España, también a nivel europeo, para poner en evidencia cuáles son los cambios que necesita el actual sistema de I+D de medicamentos y cómo aplicarlos”, ha asegurado Irene Bernal, coordinadora de Políticas de No es Sano.

El equipo de la campaña ha sido recibido a las puertas del Congreso por representantes de PSOE y Unidos Podemos, a quienes han entregado un documento con diez medidas clave para introducir cambios en el actual sistema de investigación y desarrollo de medicamentos. En concreto, han asistido Jesús María Fernández, portavoz socialista de Sanidad en la Cámara Baja y Begoña Tundidor, diputada portavoz de Consumo. Por parte de Podemos y sus confluencias, Rita Bosaho, miembro de la Comisión de Sanidad y Kontxi Palencia, portavoz de Sanidad en el Senado.