Qué son los primeros auxilios y cómo aplicarlos en el entorno laboral ante contusiones y fracturas
Los primeros auxilios a una persona que sufre un accidente en el puesto de trabajo son básicos y, por eso, desde USO vamos a darte unas indicaciones sobre cómo puedes ayudarla en el caso de contusiones y fracturas.
Qué son los primeros auxilios
En primer lugar, recordamos que los primeros auxilios no son atención médica. Y no es necesario ser sanitario para aplicarlos. De hecho, todos deberíamos tener conocimientos en primeros auxilios para efectuar en nuestro entorno personal y, en lo que nos ocupa, el laboral. Con pequeñas acciones, podemos salvar una vida.
Los primeros auxilios son la atención inmediata que se sufre a un trabajador que ha sufrido un accidente o afección repentina, antes de la asistencia sanitaria profesional. El objetivo primordial es estabilizar la condición de la persona, prevenir complicaciones adicionales y asegurar su bienestar hasta que pueda recibir atención médica especializada. Vamos a centrarnos en este texto en los primeros auxilios que se pueden prestar en caso de contusiones y fracturas.
Contusiones: tipos y causas
La contusión es una lesión causada por golpes o impactos. En una contusión, se dañan los tejidos blandos, en general, sin ruptura de la piel. Una lesión de este tipo puede ir desde un moretón o magulladura, hasta esguinces o fracturas, dependiendo de la gravedad del impacto y de la zona afectada.
- Moretones o equimosis: resultado de la ruptura de pequeños vasos sanguíneos bajo la piel. Causan decoloración y dolor.
- Esguinces: se dan cuando los ligamentos que conectan los huesos se estiran o desgarran. A menudo se deben a torceduras o movimientos bruscos.
- Distensiones: se producen cuando los músculos o tendones se estiran o desgarran. En general, son producto de un sobreesfuerzo o un movimiento brusco.
- Fracturas: roturas de huesos. Pueden estar causadas por golpes fuertes o por caídas.
- Lesiones por aplastamiento: ocurren como resultado de caídas de objetos pesados sobre una parte del cuerpo. Daña huesos, músculos o/y otros tejidos.
Las principales causas de una contusión en el trabajo son:
- las caídas, a ras o desde altura;
- los golpes con objetos, en o sin movimiento;
- el sobreesfuerzo por levantar objetos pesados incorrectamente o por la prolongación de movimientos repetitivos;
- accidentes con maquinaria o herramientas. El mal funcionamiento de los equipos o la falta de capacitación pueden estar detrás de este tipo de accidentes.
Primeros auxilios en caso de contusiones
Los primeros auxilios en caso de producirse contusiones se centran en reducir el dolor, la inflamación y, si se presenta, el sangrado.
Se recomienda aplicar frío localmente (hielo envuelto en una tela, por ejemplo), durante períodos de 20 minutos varias veces. Además, debemos elevar la zona afectada por encima del corazón y mantener la zona en reposo.
En el caso de que se haya producido herida, hay que lavarla con agua y jabón y cubrirla con un vendaje estéril. Es necesario vigilar la zona afectada por si hay signos de infección: aumento del dolor, enrojecimiento, calor, pus.
Si la contusión es grave o existe la sospecha de que pueda haber una fractura, debe buscarse atención médica inmediata.
Qué es una fractura
La fractura es una rotura de huesos, que en el entorno laboral puede deberse a una caída, un golpe o un accidente con maquinaria. Las fracturas pueden ser menos graves, simples, o fracturas de mayor gravedad, abiertas con exposición visible del hueso.
Las fracturas óseas se pueden clasificar de varias formas:
- Si el hueso rompe la piel: abierta o cerrada.
- Por la forma de la fractura: transversa, conminuta, compresiva…
- Según la causa de la fractura.
Tipos de fracturas
En el trabajo, pueden darse diversos tipos de fracturas:
- Simples: afectan a un solo hueso. En primeros auxilios, requieren inmovilización. Después, pueden necesitar prolongar la inmovilización (yeso) o fisioterapia. En el caso de fisuras óseas, no existe el riesgo de que el hueso se desplace. Así, a diferencia de otras fracturas, no representa mayor peligro.
- Abiertas o expuestas: el hueso roto atraviesa la piel. Aumenta por ello el riesgo de infección y requiere, tras los primeros auxilios, una atención médica inmediata.
- Conminutas: el hueso se rompe en varios fragmentos.
- Por compresión: no hay desplazamiento. En este caso, el hueso se aplasta, ensanchándose o aplanándose.
Posibles causas de fractura en el entorno laboral
En el trabajo, algunas de las causas más comunes que resultan en fractura son:
- Caídas: desde escaleras, andamios o a nivel.
- Golpes: directos con objetos, como herramientas o maquinaria.
- Atrapamientos: lesiones por atrapamientos en maquinaria, como cintas transportadoras o equipos móviles, pueden provocar fracturas graves.
- Sobreesfuerzos: levantar incorrectamente cargas pesadas puede causar fracturas por estrés o lesiones en huesos y articulaciones.
Primeros auxilios para fracturas
Ante una fractura, los primeros auxilios que debemos efectuar son los siguientes:
- En primer lugar, buscar la atención médica necesaria, crucial para evaluar y tratar la fractura.
- Mientras tanto, inmovilizar la zona afectada: así evitamos mayor daño. Eso sí, siempre sin intentar corregir la deformidad.
- No aplicar calor ni frío directamente a la zona afectada.
- Tampoco aplicar masajes ni pomadas en el área lesionada.
Fracturas de dedos: sindactilia
Cuando sospechemos que un dedo puede estar fracturado, los primeros auxilios incluyen una inmovilización particular. Se trata de la sindactilia, que consiste en utilizar otro dedo, sano, como tablilla.
Así, vendaremos, firme, pero sin apretar, el dedo lesionado junto al sano. Por ejemplo, el índice lesionado, pegado al corazón. Si el índice y el corazón son los lesionados, uniremos el anular. Siempre usaremos un dedo sano como guía de los potencialmente fracturados.
Cómo hacer un vendaje
En los primeros auxilios ante contusiones o fracturas, especialmente con estas últimas, inmovilizar y tapar es una de las actuaciones básicas. Pero, ¿cómo? Os vamos a indicar dos tipos de vendaje básicos para auxiliar a nuestro compañero o a nosotros mismos. En primer lugar, debemos tener en cuenta que:
- La venda debe estar estéril. Muy especialmente si vamos a vendar heridas abiertas, quemaduras o abrasiones.
- No debemos apretar la venda en exceso, sobre todo en caso de posible fractura.
- En ningún momento debemos tratar de corregir la deformidad con el vendaje.
- El vendaje comienza siempre por la parte más externa del cuerpo o más lejana al corazón, para facilitar el riego. Es decir, para un fractura de codo, vendamos desde la muñeca hasta pasado el codo. Para una herida en la pantorrilla, comenzamos en el tobillo y subimos. Si es en el abdomen, empezaremos en la cintura.
- El vendaje nunca debe comenzar o acabar en el área de la herida, sino que esta debe quedar ampliamente en el centro, no en los extremos.
- Las vendas y la cinta adhesiva (esparadrapo) son artículos básicos del botiquín de primeros auxilios de la empresa.
Existen dos tipos de vendaje básicos:
- En espiral.
- En espiga.
Vendaje en espiral
Es más habitual para una fractura o contusión que no cubra mucha superficie. Damos una primera vuelta completa, por ejemplo, a la muñeca. Y, a partir de ahí, subimos haciendo una leve espiral. Damos una última vuelta horizontal y fijamos con una tira de cinta adhesiva. Podemos usar esparadrapo de tela o de papel. Y no debemos apretar, solo fijar.
Vendaje en espiga
Se usa más habitualmente en primeros auxilios cuando las fracturas o las contusiones ocupan una zona amplia. De hecho, se hacen sobre todo con vendas anchas.
Imaginad, por ejemplo, que tenemos que actuar sobre una lesión de rodilla. En ese caso, damos una primera vuelta completa con la venda bastante por debajo de la rodilla y, después, subimos en vueltas alternativas diagonales a izquierda y derecha, formando una espiga de trigo. Cuando hayamos superado ampliamente la rodilla, hacemos una nueva vuelta recta y fijamos con cinta adhesiva.
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