En el seno de la Confederación Europea de Sindicatos se ha conformado un nuevo grupo de trabajo denominado Euromed, cuya primera reunión constitutiva se ha celebrado en Bruselas el pasado 6 de marzo. Este grupo sindical, de carácter no orgánico, está formado por dieciséis sindicatos europeos, entre ellos USO, que de forma voluntaria quieren hacer un seguimiento de las problemáticas laborales, sociales y migratorias de la política de vecindad europea con los países del sur del Mediterráneo, sus sindicatos y sociedades.

Esta primera reunión ha estado presidida por Patrick Itschert, asesor especial del secretario general de la CES.

Tras una puesta en común de las actividades que cada sindicato realiza de colaboración con los sindicatos del sur del Mediterráneo y con instituciones que tienen ese ámbito de actuación la UE y la Unión para el Mediterráneo, las discusiones giraron hacia las prioridades que deben marcar la próxima etapa de trabajo. Se acordó que el primer reto a considerar fuera el incidir en la próxima cumbre de ministros de trabajo Euromed prevista para el primer semestre de 2019. Los sindicatos reclamaremos que se desarrollen los capítulos de libertades fundamentales de asociación (sindical), la negociación colectiva y el diálogo social.

Como segundo elemento se destacó lograr una incidencia en la política de vecindad de la UE y sus acuerdos con los países mediterráneos para que haya un capítulo social y posibilidad de participación y control, empezando por la protección social.

Las migraciones y el desarrollo fueron también otros puntos que ocuparon las preocupaciones de los sindicatos presentes. En el primer caso, se expuso el trabajo ya efectuado por la Red Sindical de Migraciones Mediterráneas y Subsaharianas y la cuestión de las negociaciones del Pacto Mundial de las Migraciones que se está discutiendo de forma intergubernamental en el seno de las Naciones Unidas.

En el segundo, se destacó que la actual evolución demográfica en los países del sur determina que cada año se incorporen a la población activa 2 millones de jóvenes (sin contar con la mejora paulatina de la tasa de actividad de la mujer) y que eso significa una necesidad relevante de inversiones para la generación de empleo y/o alternativamente una salida emigratoria. En este punto, se vio la necesidad de establecer contactos, además, de las autoridades europeas de cooperación, con las autoridades económicas y las de comercio.

Por último, se destacó la necesidad de ser proactivos en respuestas y apoyos solidarios ante diversos casos de falta de libertades y de represión sindical como los que ocurren en Argelia, Turquía, Sáhara Occidental e Israel y los Territorios Ocupados Palestinos.