El Parlamento Europeo, la Comisión Europea y el Consejo Europeo, a través de los tres Presidentes de las instituciones de la UE, además del Sr. Kenny, el Presidente de Irlanda que tuvo la presidencia rotatoria de la UE hasta el 31 de junio, llegaron finalmente a un acuerdo político sobre el nuevo presupuesto de la UE: el Marco Financiero Plurianual (MFP) para el período 2014-2020. Los principales grupos políticos del Parlamento europeo (PE) aceptaron el acuerdo cuyos elementos formarán la base de las futuras negociaciones sobre su aplicación concreta y sobre el nuevo Reglamento General de los Fondos Estructurales. Los puntos principales de este acuerdo son:

1) Nuevos márgenes de maniobra en relación con los pagos.
Ya no se generará en el futuro el déficit sistemático del presupuesto de la UE debido a la diferencia entre las cuantías aprobadas para cada línea presupuestaria y los importes efectivamente pagados por la Comisión europea a los Estados miembros en el marco de estas mismas líneas. La brecha del 2013, de unos 11 mil millones de euros, será colmada por los Estados miembros y será la última. Por otra parte, los recursos no utilizados en el año de su atribución, que hasta ahora debían ser restituidos a los que los habían proporcionado y, por tanto, estaban perdidos, podrán dentro de ciertos límites ser trasladados al año siguiente. Este nuevo mecanismo permitirá más flexibilidad de uso del presupuesto de la UE.

 

2) Flexibilidad para luchar contra el paro de los jóvenes y fomentar la investigación.
Un importe de 2.543 millones de euros, en principio destinado a programas previstos a partir del 2016, se pondrá a disposición de forma anticipada en 2014 y 2015, principalmente para fomentar el empleo de los jóvenes (2.143 millones), y también para favorecer el desarrollo de la investigación y la competitividad.

3) Fondo global para el crecimiento y el empleo, con prioridad a los jóvenes.
Una cuantía de 6 mil millones de euros estará dedicada a financiar la garantía jóvenes en 2014 y 2015, 3 mil millones procederán del Fondo Social Europeo (FSE) y los otros 3 vendrán de la línea presupuestaria para la cohesión. Estos fondos se asignarán a los Estados o a las regiones con tasas de paro superiores al 25% y deberán ser cofinanciados al 50% por los Estados miembros, con algunas exenciones.
Además de los 2.500 millones de euros del FSE que ya deben destinarse a la ayuda alimentaria a los más pobres, se abre la posibilidad de dedicar 1000 millones adicionales a este mismo objetivo sobre una base voluntaria.

4) Revisión.
El preámbulo del MFP declarará que los futuros presupuestos de la UE serán de 5 años a partir del 2021 – en vez de 7 años. Por otra parte, la Comisión propondrá al PE y al Consejo Europeo la revisión del presupuesto 2014-2020 en el 2016, después del período de dos años de anticipación de los gastos, lo cual implica una posibilidad de aumento y de flexibilización del mismo.

La CES valora muy positivamente la presencia de la cláusula de revisión en el texto porque posibilita un aumento del presupuesto en caso de necesidad y abre la puerta a un mecanismo de decisión por mayoría cualificada en materia presupuestaria, en vez de la unanimidad actual. También se alegra de los mecanismos previstos para colmar las brechas y recuperar los recursos sin gastar, pero lamenta que el presupuesto no haya aumentado para adaptarse a las necesidades actuales.

Cabe subrayar que el acuerdo del PE es puramente político, las modalidades se están negociando; es muy probable que el PE adopte el MFP antes de finalizar el año según vayan las negociaciones.

Paralelamente a las negociaciones sobre el MFP, se está negociando el nuevo Reglamento General de los Fondos Estructurales que se adoptará al mismo tiempo. Uno de los puntos centrales y más espinosos de estas negociaciones es la cuota mínima del 25% de los fondos de cohesión para el FSE.

En el marco del diálogo, el Consejo Europeo propuso una cuota de compromiso del 23,1% que fue aceptada por el comité parlamentario REGI, el comité líder del PE en el ámbito del futuro Reglamento de los Fondos Estructurales, pero rechazada por el comité EMPL y por la Comisión Europea.

Asimismo, la CES considera esta propuesta inaceptable puesto que supondría una reducción del presupuesto del FSE de 7 mil millones, llegaría a 71 mil millones, muy por debajo de la propuesta inicial de la Comisión Europea de 87 mil millones. El FSE tiene que responder a cada vez más exigencias en la coyuntura actual y a raíz de la conclusiones del Consejo Europeo (empleo de los jóvenes, Red EURES, ayuda alimentaria, Alianza europea para el Aprendizaje) y una reducción de su presupuesto no es aceptable.

Este punto estará en el orden del día de la próxima sesión plenaria del PE, que se celebrará desde el día 9 hasta el día 12 de setiembre de 2013, y la votación podría ser favorable a la posición de la CES puesto que la mayoría de los grupos políticos están en contra de esta reducción del presupuesto del FSE.