La difícil realidad de Haití hace más que necesaria la solidaridad con este país donde se produce a diario vulneración de derechos humanos

Mientras el foco mediático sigue centrado en la guerra en Ucrania, en la inflación, en el precio de la energía, y en los convulsos procesos políticos en algunas naciones de América Latina, un país de 11,5 millones de habitantes de esta región -ligeramente más poblado que Cuba o la República Dominicana- permanece silenciado en el más absoluto caos y drama humano. Es la República de Haití.

Con la intención de vencer este silencio y contribuir desde el sindicalismo haitiano, representado por las confederaciones sindicales CTH y CTSP, a un cambio de paradigma para construir un nuevo Haití libre, justo, próspero y respetuoso con los derechos de las personas trabajadoras, la Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de las Américas (CSA) y la Confederación Sindical Internacional (CSI) ha convocado los días 25 y 26 de enero una conferencia internacional de solidaridad, en la que USO ha participado.

Haití debe estar en la agenda pública internacional

Para la Secretaría de Internacional y Desarrollo Sostenible de USO es fundamental que la cuestión de Haití,
en donde se produce una masiva vulneración de los derechos humanos, laborales y sindicales, quede situada en la agenda pública internacional con carácter prioritario.

Las cifras de los organismos internacionales y ONG que aún permanecen operativas en Haití son más que preocupantes:

  • más de la mitad de sus habitantes sufren insuficiencia alimentaria crónica y el 22 % de sus niños y niñas acusan desnutrición crónica;
  • el 42 % de la población no alcanza los 2 dólares diarios de ingresos y el poder adquisitivo es prácticamente inexistente;
  • el precio de los alimentos se ha incrementado un 23 % en el último año y la inflación se sitúa en el 47 %;
  • el país ha perdido la mitad de su riqueza en el último año;
  • escasa producción de bienes y servicios, y  faltan huevos, pollo y productos de primera necesidad;
  • un tercio de los habitantes no acceden al agua limpia;
  • prácticamente 5 millones de personas necesitan asistencia humanitaria.

El Estado haitiano es fallido en sus tres poderes: no funciona su Parlamento del cual solo permanecen en activo 10 diputados; los tribunales de justicia apenas operan, impera la impunidad en todas las jurisdicciones y ni siquiera hay tribunal electoral nombrado; el actual presidente del Ejecutivo, Ariel Henry, ocupa el poder sin elección legítima tras el asesinato de su predecesor en 2021, que a su vez ocupaba este puesto ilegalmente con su mandato vencido.

Por otro lado, el sistema de protección social y la sanidad pública o privada apenas proporciona cobertura de nivel básico a un tercio de la población. En materia de educación el funcionamiento es deficiente y, en consecuencia, el 45 % de las personas son analfabetas; más de 250.000 niñas y niños no tiene acceso a escuelas o colegios con instalaciones adecuadas.

Por si todo ello no fuera grave, las autoridades públicas son incapaces de brindar la seguridad pública mínima que precisan los ciudadanos haitianos. Más de 92 bandas criminales organizadas operan en distintas regiones del país. La impunidad de sus acciones asesinando y asaltando a la población, violando a las mujeres, arrasando propiedades y bloqueando puntos estratégicos del país -como puertos, carreteras e infraestructuras claves- es totalmente abrumadora.

El sindicalismo internacional apuesta por la solidaridad con Haití

La conferencia sindical internacional de solidaridad ha sido respaldada por las tres centrales sindicales del República Dominicana (CASC, CNUS y CNTD) dado el fuerte impacto de la cuestión haitiana en este país, en donde residen al menos un millón de personas inmigrantes de Haití.

A este cónclave han acudido también delegaciones sindicales de Canadá, Panamá, Costa Rica, Argentina, Brasil, Estados Unidos, Suecia, Bélgica, Italia, Francia y España. Ha estado presidida por Rafael Freire, secretario general de la CSA, y por Jordania Ureña, secretaria general adjunta de la CSI. Entre los participantes institucionales ha intervenido el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales de Haití, el coordinador de la OIT en este país, el viceministro de Trabajo de la República Dominicana y varios directores generales de los organismos mutuales y de seguridad social de Haití.

La delegación sindical internacional ha debatido con los líderes haitianos su propuesta de hoja de ruta sindical para un nuevo Haití y ha comprometido el apoyo a una estrategia que contempla varios ejes de acción:

  • refuerzo del Estado de derecho incluyendo la seguridad y la gobernanza;
  • garantía de Trabajo Decente como nueva base de desarrollo y establecimiento de un nuevo sistema de protección social, y
  • mecanismos de funcionamiento y participación sindical.

En el transcurso de la conferencia internacional, el representante de USO en la reunión, Javier de Vicente, mantuvo un encuentro con los secretarios generales de la CTH y la CTSP, Jacques Belzin y Jean Bonald Fatal respectivamente, y con el secretario de Educación y Formación de la CSA, Cicero Pereira, en la que se hizo entrega de un aporte económico de 5.000 dólares proporcionado por SOTERMUN en el marco de un proyecto con la CSA para respaldar el funcionamiento de ambas centrales en Haití.