La ventilación, principal medida de prevención contra el covid-19 en espacios cerrados, necesita nuevos estándares, centrados en no propagar infecciones

La ventilación se ha convertido en la principal medida preventiva frente a la transmisión del covid-19 en los centros de trabajo. Una tarea imprescindible por la vuelta a los centros de trabajo de la plantilla al completo o porque estos reabren tras haber sufrido las prohibiciones de las restricciones por la pandemia. O, en estos meses, porque tengamos la tentación de cerrar puertas y ventanas para poner el tan necesario aire acondicionado.

Desde USO, os ofrecemos algunas medidas preventivas en este sentido, a la par que denunciamos la falta de protocolos y criterios comunes en este sentido, adaptados a cada tipo de centro de trabajo.

Regular la ventilación, clave para combatir las enfermedades de transmisión aérea

Un grupo internacional de 40 especialistas en virología, medicina, aerosoles, calidad del aire y ventilación de 14 países han firmado un artículo en la revista Science en el que llaman a mejorar la regulación de la ventilación para combatir las enfermedades de transmisión aérea, como la Covid-19.

Los firmantes piden que se cambien o elaboren normas para regular la ventilación igual que se aplicaron en los siglos XIX y XX otras para eliminar los patógenos del agua potable y para evitar las infecciones en los alimentos. Exhortan a lograr un cambio de paradigma en la lucha contra patógenos transmitidos por el aire, exigiendo el reconocimiento universal de que las infecciones se pueden prevenir mejorando los sistemas de ventilación interior.

En España, es necesario que se apliquen normas y certificaciones obligatorias al respecto para oficinas, restaurantes, espectáculos, transporte público u otros entornos en los que haya una masificación de personas, donde no se puedan respetar las normas de distanciamiento.

Entre marzo y junio del 2020, este equipo científico internacional pidió a la Organización Mundial de la Salud que reconociese la necesidad de controlar el riesgo de la transmisión aérea de infecciones respiratorias y publicó un artículo en Environment International con recomendaciones para reducir el riesgo de transmisión aérea del covid-19.

En esencia, se solicitaba que los estándares obligatorios de ventilación de los edificios incluyesen:

  • un mayor flujo de aire.
  • tasas de filtración.
  • monitores que permitan al público observar la calidad del aire en los espacios interiores compartidos.

La actual ventilación se orienta a olor, CO2, temperatura y humedad, no infecciones

La mayoría de los estándares mínimos de ventilación fuera de las instalaciones de investigación y atención médica especializadas solo controlan el olor, los niveles de CO2, la temperatura y la humedad. Según los investigadores, dadas las pruebas de que la transmisión por el aire propaga infecciones, debería haber estándares nacionales e internacionales de ventilación para controlar los patógenos.

Si bien aún no se ha realizado un análisis económico detallado, las estimaciones sugieren que las inversiones necesarias en sistemas de ventilación mecánica podrían ser menos del 1% del coste de construcción de un edificio estándar. Pero se puede obtener un ahorro mucho mayor al reducir los costes sociales de las infecciones.

Donde la ventilación no es suficiente, se debe optar por un tratamiento del aire que tenga como objetivo la eliminación o reducción de la concentración de las partículas presentes en el ambiente interior susceptibles de contener el virus. No se recomiendan los sistemas de purificación que realizan sobre el aire un tratamiento fisicoquímico.

Métodos alternativos a la filtración del aire

Hasta ahora, creíamos que el sistema más eficaz para reducir las partículas presentes en el aire que puedan contener el virus era la filtración. Este proceso consiste en hacer pasar el aire susceptible de estar contaminado por un filtro, que retendrá las partículas contaminantes, devolviendo el aire purificado. El filtro únicamente retendrá las partículas líquidas o sólidas en suspensión, y no los gases, por lo que no afectará al nivel de CO₂ presente.

Sí hemos encontrado un sistema que ha formado parte de programas espaciales con la misión de reducir elementos contaminantes del aire en las estaciones y transbordadores espaciales. Este sistema combina hasta cuatro tecnologías basadas en la naturaleza que trabajan juntas para tratar el aire en interiores:

  • el uso de dos tipos de ionización para reducir las partículas.
  • los rayos UV.
  • un catalizador para crear el oxígeno.
  • y el hidrógeno para reducir oxidantes contaminantes microbianos.

Estos actúan, en lugar de esperar a que el aire entre en un equipo pasivo para luego filtrarlo.

Desde USO, alentamos a la representación preventiva a que propongan el estudio de la implantación de estas medidas en situaciones donde haya una ventilación nula y el grado de ocupación de la estancia sea elevado. De igual forma, nos posicionamos en favor de una regulación europea y su obligada transposición a la normativa española que incluya todos los parámetros necesarios para controlar la transmisión de patógenos infecciosos por vía aérea.