Los ministros y ministras de Economía de los Estados miembro debatirán el próximo 14 de marzo una propuesta de la Comisión Europea para reformar el marco de gobernanza económica de la UE

Más de 30 organizaciones, entre ellas USO, han enviado una carta al Presidente del Gobierno solicitando una serie de medidas para que la reforma del marco de gobernanza económica responda a los retos de una transición ecológica justa.

Las organizaciones firmantes instan a superar definitivamente la página de la austeridad y abrir paso a la construcción de una economía en Europa más justa, resiliente, al servicio de las personas y dentro de los límites del planeta.

La propuesta de la Comisión Europea es insuficiente

Desde el año 2020, a raíz de la pandemia y, posteriormente, en 2021, con la guerra de Ucrania, el Pacto de Estabilidad y Crecimiento -uno de los pilares centrales del marco fiscal europeo- se encuentra congelado. La suspensión de estas reglas fiscales ha permitido una respuesta alejada de las medidas de austeridad que imperaron tras la anterior crisis.

La Comisión Europea presentó el 9 de noviembre de 2022 una comunicación sobre las orientaciones para una reforma del marco de gobernanza económica de la UE. Un documento que reúne las líneas maestras para una adecuación de las reglas fiscales y que, una vez acordadas por los gobiernos, serán obligatorias en todos los países de la UE a partir de 2024.

Aunque la propuesta de la Comisión Europea reúne algunos aspectos positivos —como su adaptación en función del país o la posibilidad de que cada Estado miembro elabore y negocie sus planes—, las organizaciones lamentan que esta siga enmarcada en el paradigma del crecimiento económico ilimitado. Además, señalan que se basa en un gasto público indiscriminado e incoherente con los objetivos climáticos o sociales y en objetivos macroeconómicos arbitrarios, como mantener la deuda pública de los Estados miembro por debajo del 60 % de su PIB y el déficit público por debajo del 3 %.

Las organizaciones firmantes presentan una serie de propuestas

A partir de julio, España ocupará la Presidencia del Consejo de la Unión Europea, lo que representa una oportunidad para promover un nuevo marco fiscal que refuerce la capacidad y suficiencia de los países para promover una transición ecológica justa y garantizar los derechos sociales básicos. Asimismo, el marco fiscal debe ser un pilar para avanzar en una nueva economía más justa, democrática y equilibrada con los objetivos climáticos y de biodiversidad.

Las organizaciones firmantes consideran que el punto de partida de la reforma debe ser mejorado considerablemente, presentando una serie de propuestas:

  • Reforzar los mecanismos democráticos y de transparencia. Es necesario que se incluya al Parlamento Europeo y a los parlamentos nacionales en los debates, y no solamente a los Gobiernos. También son necesarios mecanismos robustos de auditoría, control y escrutinio del gasto público.
  • Garantizar un espacio fiscal suficiente para hacer frente a una transición ecológica justa y democrática. Y garantizar el bienestar de las personas en sus derechos más esenciales de acceso a una salud y educación de calidad y protección social. Se deben incentivar aquellas inversiones públicas que reduzcan los riesgos climáticos futuros y ayuden a mitigar sus efectos.
  • Aplicar medidas de fiscalidad justa y verde. Una mayor capacidad fiscal pasa por incluir la reforma del Impuesto de Sociedades o un mayor gravamen de las rentas del capital que permitan romper con el trato favorable respecto a las rentas del trabajo. Ampliar la fiscalidad verde, incluyendo una compensación para las rentas más bajas, y luchar eficazmente contra la elusión y la evasión fiscal de las personas más ricas. La deuda -y sus implicaciones para las futuras generaciones- no debe ser la solución alternativa a la insuficiencia y evasión fiscal.
  • Una mayor coherencia del gasto público. Los planes e inversiones deben perseguir el cumplimiento del Acuerdo de París, los objetivos de biodiversidad de Montreal y los derechos recogidos en la Carta Social Europea con el desarrollo de presupuestos sociales más verdes y más lilas e incluyendo indicadores ambientales, climáticos, sociales y de género. El espacio fiscal generado no debe ser derrochado en pro de un mayor gasto militar y de la ampliación de la infraestructura fósil y nuclear.
  • Superar el modelo de crecimiento económico ilimitado. Europa tiene una deuda ecológica y de desigualdad que es urgente resolver. No se puede seguir llenando los bolsillos de una minoría a expensas del planeta y las futuras generaciones. Es necesario abrir el debate y hacer partícipe a toda la ciudadanía, en pro de una economía más justa y resiliente, al servicio de las personas y dentro de los límites del planeta.