Cómo ventilar con seguridad las oficinas y otros espacios cerrados de trabajo para evitar los contagios por coronavirus covid-19

Dentro de las pocas certezas que aún nos ofrece el coronavirus covid-19, está la de su más fácil propagación en espacios cerrados y la mayor necesidad de ventilar oficinas y otros centros de trabajo para contener los contagios. El Ministerio de Sanidad ha publicado una guía de recomendaciones técnicas para los profesionales del sector de la climatización para que el funcionamiento de estas instalaciones ayude en la prevención de la propagación y contagios del SARS-CoV-2 en edificios y locales de todo uso.

Desde USO, os sintetizamos su contenido, junto con medidas de protección para el personal de mantenimiento de las instalaciones. El documento recoge un conjunto de medidas recomendables para una mejor protección frente al covid-19 y establece una guía de buenas prácticas en la operación y mantenimiento de los sistemas de climatización. Considera, al mismo tiempo, la normativa en vigor que regula esta materia.

La transmisión del coronavirus: el covid-19 en el aire obliga a ventilar más y más eficientemente

Debe recordarse que, según la Organización Mundial Salud, las infecciones respiratorias por coronavirus covid-19 pueden transmitirse por las siguientes vías:

  • Transmisión por gotas respiratorias: emitidas cuando la persona infectada tose, estornuda, habla o canta. Pueden ser respiratorias grandes, de tamaño entre 5 y 10 µm, y gotas pequeñas, microgotas, de tamaño inferior o igual a 5 µm. Estas son las conocidas como núcleo de gota o aerosoles.
  • Transmisión por contacto. Puede ocurrir por contacto directo, indirecto o contacto estrecho con personas infectadas a través de secreciones infectadas como la saliva y secreciones respiratorias. Es posible la transmisión indirecta a través de objetos o superficies (fómites) contaminados con estas secreciones.
  • Y la transmisión aérea por aerosoles, por esas gotas pequeñas, microgotas, menores de 5 micras. Se produce por partículas que permanecen suspendidas en el aire durante un tiempo variable, a una distancia mayor de 2 metros, y especialmente en lugares cerrados con ventilación escasa. Estos aerosoles pueden generarse a partir de la evaporación de gotas mayores, pero también cuando se habla o se respira. Para el caso del covid-19, todavía se desconoce qué proporción de aerosoles se generan por evaporación de gotas mayores y qué dosis de virus viable se considera infecciosa en estos aerosoles.

La duda del contagio de covid-19 por aerosoles

La OMS establece que no hay evidencia suficiente sobre la transmisión del coronavirus SARS-CoV-2 por vía de aerosoles menores de 5 micras, fuera de los entornos sanitarios donde se realizan procedimientos generadores de aerosoles, y que se necesitan datos basados en nuevas investigaciones que esclarezcan el papel y el grado de la transmisión del virus asociado a este fenómeno.

Las instalaciones de climatización permiten contribuir a reducir el riesgo de que una persona infectada covid-19, aun sin presentar síntomas, pueda contagiar a otros usuarios que estén en el mismo espacio. Además, evitar propagar el coronavirus a otras zonas del edificio.

Estas recomendaciones para las instalaciones de climatización tienen como objetivo de evitar que los virus que pudieran estar en gotas o partículas en suspensión no afecten a otros usuarios, transmitiéndoles la infección. Las recomendaciones propuestas se han analizado conforme a la normativa en vigor que regula esta materia, ponderando la prioridad que implica la protección de la salud pública, junto con las medidas implementadas en el ámbito de la eficiencia energética.

A continuación, exponemos las recomendaciones según cada operación a realizar.

Ventilar un espacio cerrado y controlar el aire exterior

En primer lugar, un parámetro muy importante es la renovación del aire por ocupante. Se hace mediante el caudal mínimo de aire exterior. Como valor recomendado, y ante la incertidumbre de un valor fijo, se recomienda un mínimo de 12,5 l/segundo y ocupante. Para asegurar este valor mínimo, puede trabajarse en dos direcciones: aumentar la ventilación o reducir la ocupación.

Es necesario verificar los caudales de los equipos que se encargan de la renovación del aire. Que estos trabajen al menos en sus condiciones nominales de diseño y detectar posibles pérdidas de carga al sistema para que estas sean mínimas.

Además, se recomienda:

  • Modificar el control para aumentar la ventilación. Si el sistema dispone de controles específicos de calidad de aire, se recomienda desconectarlos. Se dará prioridad al uso continuado y a máximo caudal del sistema por horario de ocupación. Se recomienda, en horario laboral, trabajar con el caudal máximo que permita el sistema 2 horas antes y 2 horas después de los horarios de apertura y cierre del centro de trabajo,
  • Reducir o eliminar en lo posible la recirculación de aire en los equipos. Si se dispone de unidades de tratamiento con recirculación de aire, siempre que las condiciones de operación lo permitan, se recomienda cerrar las compuertas de recirculación, trabajando con aire exterior. Si se dispone de sección de freecooling, pasar directamente a modo 100% de aire exterior.
  • Recuperadores de calor. Es recomendable realizar una inspección antes de ponerlos en funcionamiento. En ella, se comprobará el estado de la sección de recuperación en cuanto a fugas y by-pass de partículas desde el aire de extracción al de impulsión.

Cómo ventilar los aseos en oficinas y centros de trabajos para no propagar el covid-19

Uno de los espacios de uso común en los que hay que poner una atención especial porque suele carecer de ventilación natural son los aseos. Así, en ellos se recomienda una extracción en continuo.

Si existe un sistema de extracción dedicado para la zona de aseos u otras zonas anexas a la oficina como vestuarios, hay que mantenerlos en funcionamiento de forma permanente: 24 horas al día los 7 días de la semana. En el caso de existir en los aseos ventanas practicables, se recomienda no abrirlas. Hacerlo podría establecer un flujo de aire inverso y sacar aire de los aseos al resto del edificio, facilitando la contaminación por vía fecal-oral.

Aumento de la ventilación natural en espacios cerrados y oficinas sin ventilación mecánica

Si el edificio no dispone de sistemas de ventilación mecánica, es recomendable la apertura de ventanas accesibles. Aunque pueda generar cierto disconfort por las corrientes de aire o la bajada de la sensación térmica, el beneficio de la renovación de aire por ventilación cruzada está demostrado para bajar las tasas de contaminantes de los espacios cubiertos.

Incluso en edificios con ventilación mecánica, es recomendable realizar una ventilación regular con ventanas.

Condiciones termohigrométricas de operación

Las condiciones termohigrométricas o ambientales comprenden la temperatura, la humedad y la ventilación. Son las consideradas para contar con entornos confortables.

Por el momento, no está demostrado que las condiciones de operación del edificio afecten de forma significativa a desactivar el virus. Por ello, se recomienda no cambiar los puntos de consigna de calefacción ni refrigeración.

Sobre la humedad relativa, mantenerla por el momento en los valores habituales. En el control de la humedad hay más controversia, según los distintos estudios sobre transmisión de coronavirus aportados. No obstante, se recomiendan como adecuados los rangos reglamentarios en vigor, del 30 a 70%.

Ventiladores de las unidades terminales: funcionamiento continuo para evitar riesgo de resuspensión

La guía recoge también las recomendaciones sobre el funcionamiento de las unidades de recirculación de aire en instalaciones dotadas de ventilación exterior.

En este sentido, opta por que los ventiladores de las unidades interiores terminales, tales como fan coils, unidades interiores de expansión directa, unidades tipo splits, etc., funcionen de manera continua cuando los locales están ocupados. Deben hacerlo siempre solidariamente con el horario de los sistemas de ventilación mecánica.

Con esta medida, se disminuye el pequeño riesgo de resuspensión de agentes contaminantes y se favorece su eliminación por la ventilación mecánica.

Equipos específicos para filtrar y purificar el aire de espacios cerrados

Sobre sistemas de filtración y purificación del aire, existen equipos específicos. Pueden incorporarse a los existentes o como equipos autónomos. Ofrecen distintas tecnologías y las combinaciones de ellas son soluciones disponibles en el mercado que cada técnico aplicará bajo su criterio según la disposición del edificio.

  • Sistemas centralizados de filtración y purificación. Se recomienda aumentar, tanto como sea técnicamente posible, la filtración del aire recirculado en equipos centralizados, si el equipo o ventilador lo permite, y siempre y cuando se garantice el caudal de aire nominal del equipo. Se recomienda seleccionar tecnologías filtrantes con la menor pérdida de carga.
  • Sistemas de filtración y purificación portátiles. En el caso de locales con dificultades para obtener una ventilación satisfactoria, se recomienda el uso de unidades portátiles, equipadas con filtros de alta eficiencia HEPA. Es preciso que mantengan un índice de movimientos por hora significativo.

Ventilación y acondicionamiento de centros de trabajo previa a su reapertura cuando hayan estado cerrados por inactividad

Cuando un edificio haya estado cerrado por un período largo por cese de actividad, hay que acometer un mantenimiento preventivo antes de la reapertura. Esto incluye una revisión general de la instalación de climatización. En este caso, es conveniente limpiar rejillas, difusores, filtros y baterías.

En las operaciones de mantenimiento tras la reapertura de los edificios, debe ampliarse al resto de las instalaciones térmicas de los edificios y, en especial, a las medidas de limpieza y desinfección de las instalaciones para la prevención de la legionelosis.

No es obligatoria la limpieza de los conductos si se han seguido las recomendaciones anteriores sobre el aumento del aporte de aire exterior, ausencia de recirculación y parada de recuperadores rotativos. Con esas medidas, no debe haber transporte ni existencia de virus en la red de conductos de aporte que puedan contaminar a las estancias a las que atienden. La limpieza de conductos no es necesaria, por lo tanto, en relación al covid-19.

Revisión, limpieza y mantenimiento de las medidas de ventilación y purificación del aire

Entre otras operaciones que favorecen ventilar de forma segura frente al covid-19, figuran las siguientes relativas a mantenimiento:

  • Revisión y limpieza de filtros de aire. Se recomienda reemplazar los filtros de aire de acuerdo con el programa de mantenimiento ya establecido en cada edificio. La sustitución de los filtros normativos en las unidades de tratamiento de aire por otros de mayor eficacia puede reducir el caudal de aire si el ventilador del equipo no está preparado para esa pérdida de carga adicional.
  • Revisión y limpieza de unidades de impulsión y retorno. Es conveniente reforzar el mantenimiento de los climatizadores, especialmente en la verificación de la estanqueidad de las unidades y secciones que la componen. También en juntas, puertas o registros; en la verificación de presiones y caudales nominales de la unidad; y en la limpieza de equipo y componentes.
  • Incrementar las medidas de protección de los mantenedores. Todas las labores descritas deben realizarse según las medidas de seguridad establecidas en los protocolos de cada empresa y según directrices del Ministerio de Sanidad.
  • En el cambio de filtros, hay que asumir siempre que pueden contener trazas de contaminación. Por eso, deben extremarse las precauciones. Las medidas de protección serán las habituales, incluyendo protección respiratoria obligatoria y guantes para todas ellas.

Limpieza de las oficinas u otros centros de trabajo por caso de covid

Si ha habido un caso de contagio o sospecha de contagio de coronavirus, debe acometerse una limpieza en profundidad. Para ello, existe un protocolo específico de limpieza del centro de trabajo.

En lo relativo a ventilar el espacio donde se haya alojado el posible enfermo de covid, debe hacerse tanto de forma forzada como natural, cuando esta sea posible.

El espacio sospechoso de estar contaminado por covid se ha de ventilar durante al menos cuatro horas al máximo. La ventilación debe comenzar al menos dos horas antes de que se proceda a las labores de desinfección.

Y recuerda que estas medidas especiales de confort ambiental y el ventilar mejor frente al covid deben ser un complemento de la evaluación ordinaria del conjunto de riesgos higiénicos en el trabajo.

Desde USO, recordamos la obligación de las empresas de transmitir esta información a sus delegados de Prevención. También entre las empresas concurrentes en la coordinación de actividades empresariales.

Es misión de estos vigilar y comprobar que las operaciones se realizan conforme a lo estipulado por el Ministerio de Sanidad. En caso contrario, debe denunciarse ante la Inspección de Trabajo que, si detecta reiterados incumplimientos a sus requerimientos, lo comunicará a la Inspección Sanitaria para proponer el cierre preventivo del centro de trabajo.