España registra 30 casos de viruela del mono y otros 54 están en estudio. USO te explica cómo actuar si aparecen síntomas de esta enfermedad

La viruela del mono es una enfermedad emergente de carácter zoonótico, es decir, que puede pasar de animales a humanos. Es causada por un virus que lleva el mismo nombre y que pertenece al género Orthopoxvirus, el mismo que la viruela, la vaccinia (el virus usado como vacuna contra la viruela) o la viruela de las vacas.

Se conoce como viruela del mono porque se descubrió en el año 1958 en colonias de monos usados con fines de investigación. Se desconoce cuál es el reservorio animal del virus, aunque sí se sabe que en África roedores y primates pueden albergarlo y transmitirlo.

Desde que en 1970 se identificase el primer caso en humanos en la República Democrática del Congo, se han ido registrando casos esporádicamente en diversos países centroafricanos y el oeste de África y algún caso ocasional de carácter importado en países como Estados Unidos, Israel o el Reino Unido.

La aparición de un caso de la viruela del mono en Reino Unido el 7 de mayo activó las alarmas. Con el paso de los días, la enfermedad comenzó a propagarse y se identificaron nueve infectados en ese país. En España se han confirmado 30 casos y otros 54 están en estudio como sospechosos.

¿Cómo se diagnostica la viruela del mono?

Se diagnostica, en primer lugar, por medio de sospecha clínica por antecedente epidemiológico, generalmente viajes, contacto con personas infectadas o exposición ocupacional. Seguidamente, a través de los signos y síntomas compatibles y finalmente con demostración del virus mediante PCR en muestra de las lesiones, generalmente cutáneas. También puede realizarse test serológico para demostrar respuesta inmune específica ante el virus.

¿Cuál es el periodo de incubación de la viruela del mono?

El periodo de incubación de la viruela del mono suele estar entre los 7 y los 14 días, aunque puede llegar a acortarse hasta los 5 días o a extenderse hasta los 21 días.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas iniciales incluyen fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, hinchazón, dolor de espalda, dolor muscular, inflamación de los ganglios linfáticos y apatía general.

Tras un periodo que puede oscilar entre uno y cinco días, acostumbra a aparecer enantema o lesiones en las mucosas de la boca, seguidas de erupciones que pueden aparecer en la cara y extenderse a otras zonas del cuerpo, afectando a las palmas de las manos y a las plantas de los pies. Las erupciones pasan por diferentes fases hasta convertirse en pústulas que contienen pus y, finalmente, generar una costra que cae al cabo de 14 días.

La erupción, que puede causar mucha picazón, cambia y pasa por diferentes etapas antes de finalmente formar una costra, que luego se cae. Las lesiones pueden causar cicatrices.

La infección suele desaparecer por sí sola y dura entre dos y cuatro semanas. La mayoría de los casos son leves, a veces, parecidos a la varicela.

Si aprecias alguno de estos síntomas, no acudas a tu puesto de trabajo y dirígete a un centro sanitario para que valoren tu situación. Si los síntomas aparecen durante tu jornada de trabajo deberás también dirigirte a un centro de salud para adoptar las medidas necesarias.

¿Cómo te contagias?

El virus de la viruela del mono se transmite principalmente a través del contacto estrecho con personas, animales o muestras infectadas.

Se transmite a través de gotas grandes exhaladas. Puede ingresar al cuerpo a través de piel lesionada, las vías respiratorias o los ojos, la nariz o la boca, y tiene un período de incubación de 6 a 13 días, aunque puede llegar a 21 días.

La excreción viral a través de la materia fecal también puede ser una vía de transmisión del virus.

También se puede propagar por contacto con animales infectados o por objetos contaminados con virus, como la ropa.

¿Qué tratamiento tiene?

No existe tratamiento para la viruela del mono, pero los brotes pueden controlarse mediante la prevención de infecciones.

¿Existe una vacuna contra la viruela del mono?

Se ha demostrado que la vacunación contra la viruela tiene una eficacia de 85% en la prevención de la viruela del mono y todavía se usa a veces.

¿Debería preocuparme?

Es importante enfatizar que la viruela del mono no se propaga fácilmente entre las personas y el riesgo para el público en general es muy bajo.

La viruela del mono, una enfermedad inusual, es causada por el virus de la viruela del mono, que tiene una estructura relacionada con la del virus de la viruela y causa una enfermedad similar, pero en general más leve.

¿Qué tienen en común los casos confirmados?

Se da la circunstancia de que, en la mayoría de los casos confirmados, tanto en España como en el Reino Unido, se trata de hombres que se identifican como gays, bisexuales u hombres que practican sexo con hombres.

Asimismo, se sabe que buena parte de los hombres infectados son jóvenes, lo que podría tener relación con que los grupos de población más jóvenes no llegaron a recibir la vacuna de la viruela.

¿Debe preocuparnos esta alerta sanitaria?

La viruela del mono es un virus que hasta la fecha no se ha destacado por una alta transmisibilidad. Pero, el hecho de que aparezcan casos importados de manera prácticamente simultánea en distintos países y la falta de conexión entre los casos, evidencia que se estaría produciendo una transmisión comunitaria. Esto hace pensar en la posibilidad de que existan casos adicionales todavía sin detectar.

Todavía es pronto para predecir cuál será el rumbo que tomará. Sin embargo, hay una serie de lecciones aprendidas de la pandemia de covid-19 que podemos tomar en cuenta:

  • No debemos subestimar las enfermedades emergentes. Concluir precozmente que solo tendremos un pequeño número de casos es un error y una irresponsabilidad, al menos hasta tener datos reales de la magnitud del problema, esto incluye número de casos activos, transmisibilidad, grupos de riesgo, etc.
  • La transmisión sostenida en países vecinos generalmente se correlaciona bien con la transmisión en nuestro país.
  • La alarma genera miedo y desinformación, por tanto, debe haber transparencia e información veraz, amplia y de calidad.