En el Día Internacional de la Infancia, USO exige acciones concretas para brindarles opciones reales de bienestar y proteger sus derechos

Como cada 20 de noviembre conmemoramos el Día Internacional de la Infancia, en el que recordamos los compromisos adquiridos por todos los Estados para proteger los derechos de niños, niñas y adolescentes.

En este contexto, desde USO exigimos que se trascienda de compromisos y discursos y se pase a la acción, pues la infancia en España merece contar con derechos y opciones reales de bienestar, verdaderas alternativas para salir de condiciones de pobreza. No basta con medidas superficiales, necesitamos acciones certeras que atiendan a causas estructurales y permitan a niños, niñas y adolescentes elegir un proyecto de vida y no perderlo en el camino. El trabajo y la garantía de los derechos laborales son fundamentales para consolidar un estado de bienestar, por ello debe ser una prioridad en la agenda política.

La infancia, una etapa de vulnerabilidad

La infancia ha sido identificada como una de las etapas de la vida de los seres humanos en los que se enfrenta un mayor número de situaciones de vulnerabilidad. En ella se experimenta una situación de dependencia, necesidad de acompañamiento y guía en tanto se logra la madurez requerida para actuar con independencia. Así, los derechos de la infancia deben tener una especial protección, que se ha materializado tanto en el plano internacional como nacional y ha sido denominado “Interés superior de la infancia”.

En congruencia con este principio, los derechos de la infancia deben ocupar un lugar primordial dentro de la agenda política. Sin embargo, no siempre es de esta forma. Por ejemplo, en el Acuerdo político de coalición “España Avanza”, encontramos 3 menciones específicas a infancia:

  • Desarrollaremos los instrumentos y políticas que garanticen el derecho a la alimentación saludable y sostenible, especialmente para la infancia y adolescencia, garantizando la protección de los menores frente a la publicidad de alimentos no saludables.

  • Revisaremos la prestación por crianza para las familias con menores a cargo unificando el actual Complemento de Ayuda a la Infancia del Ingreso Mínimo Vital y la deducción por maternidad en el IRPF

  • Aprobaremos la Ley de Familias que reconozca y proteja a las diferentes modalidades de familias. Se impulsará el acogimiento familiar, en sus distintas modalidades, como medida prioritaria del sistema de protección a la infancia.

Si bien reconocemos que estos compromisos podrán contribuir a proteger los derechos de la infancia, consideramos que es necesario reforzarlos, implementando medidas de gran calado que permitan atender a las cuestiones estructurales que comprometen los derechos de la infancia, sobre todo de aquellos niños, niñas y adolescentes que se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad debido a la pobreza.

La pobreza infantil en España

El informe “El coste de la pobreza infantil en España”, elaborado por el Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil en 2023, revela que ésta tiene un coste de, como mínimo, 63.079 millones de euros al año. Para hacer este cálculo se toman en cuenta distintas variables consideradas dentro de su metodología.

La pobreza infantil, genera grandes impactos en la vida de niños, niñas y adolescentes y existen mayores riesgos derivados de esta condición. Por ejemplo, existe un 30 % más de probabilidad de tener mala salud; un 36 % más de padecer exceso de peso, y un 12 % más de padecer depresión en la edad adulta. Aunado a ello, crecer en condiciones de pobreza condiciona las oportunidades que tendrán en sus vidas. Por tanto, combatir a la pobreza infantil debe ser una estrategia prioritaria.

De acuerdo con el “Análisis de la encuesta de condiciones de vida con enfoque de infancia 2023”, realizada por la Plataforma de Infancia en España, encontramos que:

  • El 32,2 % de niños, niñas y adolescentes estaban en riesgo de pobreza y/o exclusión social en España, el tercer registro más elevado de la Unión Europea.
  • En 2022, el 34,6 % de los niños, niñas y adolescentes no pudieron salir de vacaciones; el 16,1 % sufría las consecuencias de la pobreza energética; el 7,4 % sufría brecha digital, y el 5,9 % no comía proteínas de origen animal al menos cada dos días.
  • Los grupos identificados en este informe con un mayor riesgo de pobreza y exclusión social son: la adolescencia; niños, niñas y adolescentes inmigrantes y de origen inmigrante; con progenitores de bajo nivel educativo; niños, niñas y adolescentes de familias monoparentales y familias numerosas; la infancia rural: niños, niñas y adolescentes de las comunidades del sur de España y Asturias.
  • España es poco eficiente en la lucha conta la transmisión intergeneracional de la pobreza, lo que condena a muchos niños, niñas y adolescentes con padres y madres con bajos recursos a mantenerse en el ciclo de la pobreza.
  • Los y las adolescentes de 13 a 17 años están siendo los grandes olvidados, ya que carecen de políticas específicas. Como resultado, soportan las tasas de pobreza más altas de los menores de 18 años.