Un tercio de los hogares españoles no podrá permitirse ni una semana de vacaciones, dato que empeora si hay menores en la familia
Un tercio de la población española pasará el verano en casa, sin vacaciones, no puede permitirse pagarse ni una semana de descanso fuera. Las vacaciones pagadas son un derecho consolidado en el Estatuto de los Trabajadores. Pero que sigas cobrando durante tus 30 días de descanso no significa que los puedas disfrutar viajando. Es la realidad. Y no la realidad de las personas que viven en pobreza extrema, sino también de muchos trabajadores.
En concreto, según los últimos datos del INE de condiciones de vida, el 33,4 % de los hogares no pudo disfrutar de una semana de vacaciones en 2024. Fueron 3 décimas más que en 2023. Y es una cifra que se mantiene estable desde 2017, con el punto más bajo en 2021: 32,7 %. Desde entonces, ha vuelto a crecer levemente.
Los datos han mejorado con respecto a los coletazos de la crisis de 2008: en 2015, aún el 39,8 % de los hogares no podían gozar de esos 7 días de desconexión. Pero son unas cifras que se han estacando. Ya es estructural que un tercio de la población no pueda pagarse unas vacaciones al año.
Con niños, aún más pobres
La imposibilidad de irse de vacaciones golpea especialmente a los hogares con niños. “Las vacaciones, la desconexión, son una necesidad para todos. Pero, en el caso de los niños, es mucho más cruel que no puedan tener esos días en familia en el campo, en la playa, en el monte, no hablamos de grandes viajes. Entre las familias monoparentales con niños, esa carencia llega prácticamente a la mitad de los hogares”, denuncia Lourdes Pedrazuela, secretaria de Políticas Sociales, Igualdad y Formación de USO.
Los hogares con dos adultos que trabajan son los menos golpeados por este déficit, aunque la cifra sigue siendo muy alta: 27,2 %. Con dos adultos y uno o más niños, la cifra sube al 30,8 %. Un adulto solo tampoco puede afrontar el gasto en vacaciones en un 34,2 % de los casos. Pero son los hogares de un adulto, casi siempre madre, y uno o varios niños los más castigados: el 47,8 % no puede permitirse una semana de vacaciones.
El alquiler se come las vacaciones
La vivienda es el principal gasto de muchísimos españoles. Bien en régimen de hipoteca o a causa de unos alquileres cada vez más exorbitados. Esto repercute en cuánto de nuestro salario nos queda libre. Y, por supuesto, las vacaciones acaban siendo el primer gasto a recortar.
La falta de vacaciones es mucho mayor entre quienes viven de alquiler. “No obstante, tener una vivienda en propiedad, incluso ya sin hipoteca, no es sinónimo de poder afrontar otros gastos. El 27,2 % de los hogares con vivienda ya completamente en propiedad tampoco pueden permitirse una semana de vacaciones al año. Cuando aún están pagando el crédito, este porcentaje sube al 30,6 %, pero aún es mejor su situación que la de los no propietarios”, expone Pedrazuela.
Porque el alquiler asfixia la economía familiar. En un país sin tradición de alquiler, la vivienda se ha convertido en un objeto de lujo y especulación, destinada al lucrativo negocio del turismo, y no al derecho de las personas a un techo.
Así, quienes viven de alquiler a precio de mercado se quedan sin vacaciones: el 48,1 %. Y más aún quienes tienen un alquiler por debajo del precio de mercado, un alquiler antiguo o protegido: 49,2 %.
“El alquiler es hoy mucho más prohibitivo que una hipoteca. Y, además, no tiene fin. Quienes necesitan alquilar caen en la rueda macabra de dejarse cada mes el 40, 60, 80 % de su salario en vivienda, con lo que nunca pueden ahorrar para una entrada. En estos casos, las vacaciones no se perciben como un derecho, sino como un lujo inalcanzable. Y tampoco con el alquiler tasado, porque quienes acceden a él es por sus menores ingresos, y eso sigue suponiendo que la mayoría de su “, reflexiona la dirigente de USO.
Desigualdad territorial
Aunque hemos hablado de un tercio de los españoles sin vacaciones, las cifras varían mucho de unas comunidades a otras. Es fiel reflejo del cruce de otras estadísticas, como el paro o los salarios.
Así, el territorio peor parado más que duplica al que mejores condiciones presenta. En Andalucía, no se pueden permitir una semana de vacaciones el 44 % de los hogares. En Euskadi, el 18,3 %.
Hay otras comunidades, Canarias y Región de Murcia, que superan el 40 %, mientras que las siguientes mejor paradas son la Comunidad de Madrid y Navarra, con 21,5 y 22,5 %, respectivamente.
“En USO apostamos por una fuerte subida salarial. Empezando por el SMI, por supuesto, que beneficia a las rentas más bajas, y también por una fiscalidad progresiva que no sea utilizada políticamente. La vivienda y los productos más básicos se han comido de largo las subidas de los últimos años y las personas tienen que decidir entre llenar el carro o poner la calefacción. Es lógico que, en su situación, las vacaciones sean el último de los gastos a prever, pero estas son también un derecho que deberían poder ejercer. Por último, recordamos que las ayudas aprobadas para los más vulnerables, especialmente con infancia mediante, no están llegando a quienes deben. Pedimos una revisión de la burocracia del IMV o el complemento de ayuda para la infancia, además de retomar la prestación universal“, concluye Lourdes Pedrazuela.
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