En el primer semestre de 2025, vuelven a superarse las muertes en accidentes de trabajo del año pasado, con 2 al día

La siniestralidad laboral sigue sin dar respiro y nos obliga a hablar, hasta el 30 de junio, de 363 accidentes de trabajo mortales, bien durante la jornada o in itinere. Estos datos rebasan la mortalidad en el trabajo de 2024, cuando sumaron 360 fallecimientos. Y, lo que es más grave, rompen una tendencia de leve mejoría, con mayo descendiendo en 7 víctimas mortales. Algo más de 2 personas al día mueren por causa directa del trabajo.

Mientras que 295 personas han perdido la vida en accidentes de trabajo durante su jornada laboral y hasta junio de 2024 lo habían hecho 299, el aumento se da en los accidentes de camino al trabajo o a casa. In itinere, han muerto 68 personas, 7 más que en el mismo semestre de 2024. Entonces fueron 61.

El mínimo descenso en los accidentes graves, tanto en jornada como en el trayecto, no puede ser ningún consuelo ante estas cifras. Porque, además, la bajada ha sido simbólica. En 2024 se habían registrado 1.823 accidentes graves. En 2025, 1.800

Han bajado más notablemente los siniestros in itinere: de 500 a 435. Pero, como hemos visto, han subido más de un 10 % los mortales.

Las muertes en el trabajo, cosa de hombres

Los accidentes de trabajo con resultado mortal son, principalmente, masculinos. 280 fallecidos fueron hombres, frente a 15 mujeres. Pero también son inmensa mayoría en los graves: el 71 %.

Entre los hombres, los siniestros mortales subieron de 275 a 280, mientras que entre las mujeres en 2024 fueron 24, con lo que han bajado notablemente.

Esto está relacionado con la masculinización de los sectores de fuerza y mayor carga física. Aunque lo analizaremos pormenorizadamente más abajo, es especialmente llamativa la subida de la mortalidad en la construcción, un sector eminentemente masculino.

También los accidentes de tráfico golpean más a los hombres: 57 muertos por 11 fallecidas. En los accidentes in itinere con baja, sin embargo, las mujeres supusieron el 54 %.

Menos accidentes de trabajo con baja

Los que sí se han reducido son los accidentes de trabajo con baja, especialmente entre los hombres. Se han registrado un total de 256.071 siniestros así. En 180.580 los implicados fueron hombres.

Mirando a 2024, recordamos que se produjeron 264.267. En ese semestre, 187.371 correspondieron a hombres, frente a 76.896 de mujeres, que han descendido mucho menos (75.491).

En USO, no obstante, miramos este dato con preocupación. Si los accidentes mortales y los graves registran números similares, la lógica nos habla también de un número parecido de accidentes con baja. Por ello, tememos que estemos ante una infradeclaración de accidentes leve por miedo a acogerse a una baja. Las agresivas campañas contra el absentismo, que califican como tal las enfermedades y lesiones, pueden hacer mella en los trabajadores de sectores más precarios. El miedo, ante un accidente sin consecuencias muy graves, puede coaccionar al trabajador a seguir trabajando sin pedir la baja.

Sectores con mayor siniestralidad

Mes tras mes, la siniestralidad se ceba con los mismos sectores. En este semestre, no obstante, resulta especialmente preocupante cómo ha crecido la mortalidad en la construcción. Con 87 fallecidos, 17 más que en 2024, es el sector más mortífero, a pesar de que no es el que más accidentes registra. De hecho, incluso se han reducido un 4,3 %. Pero, entre los que se producen, la gravedad es mayor.

El transporte, con una rebaja de muertes, ha sufrido no obstante 53, y la industria manufacturera se mantiene casi igual, con 38.

Es muy reseñable que hayan subido las muertes en jornada en sectores que no tenemos por peligrosos. Es el caso de las actividades administrativas y servicios auxiliares, y las actividades profesionales, científicas y técnicas. En ambos, en esta primera mitad de 2025 ha habido 4 muertos más que en 2024.

Las comunidades autónomas con más siniestralidad

Andalucía, con un esperanzador descenso en la mortalidad (8 víctimas menos) sigue no obstante liderando las muertes en jornada laboral, con 48. Esto, a pesar de tener menos trabajadores activos que Cataluña (40 fallecidos) y prácticamente los mismos que Madrid (33).

Similar en lo negativo es el caso de Comunidad Valenciana, que, con más de un millón de activos menos que la capital, registró 36 muertes, uno de los peores aumentos: +7.

Castilla y León es, en términos absolutos, donde más han crecido los decesos en jornada laboral, con 8 más. Sin embargo, en términos relativos, el peor comportamiento lo tiene Asturias, que prácticamente los ha duplicado: de 5 a 9. Cabe recordar que, a finales, de marzo, 5 mineros fallecieron en un solo accidente.

Causas de las muertes en el trabajo

Los infartos y derrames cerebrales son la principal causa de fallecimiento en el trabajo, con 126 casos. La siguen las caídas (49), los accidentes de tráfico (39) y los atrapamientos o amputaciones (39). Por ello, las siguientes lesiones en mortalidad son las lesiones múltiples (104) y las conmociones y lesiones internas (34).

USO recuerda que relajar las medidas de prevención de riesgos laborales o, directamente, no cumplirlas, tiene resultados tan graves como el aumento de los accidentes mortales en el trabajo. Accidentes como caídas o atrapamientos con maquinaria pueden deberse de hecho a una carencia de señalización o a un incorrecto mantenimiento de las herramientas. Igualmente, hay que tener en cuenta la perspectiva de la edad y el género, que puede ser clave en los accidentes, bien por la inexperiencia en el manejo o por una pérdida progresiva de forma física, entre otras causas.

Además, los infartos y derrames cerebrales pueden ser consecuencia de largos procesos sometidos a niveles altos de estrés u otras cargas mentales. Cuidar la salud mental en el trabajo y asumir la prevención en materia psicosocial es una forma de evitar accidentes mortales de este tipo.