USO te explica qué es un golpe de calor y cuáles son los primeros auxilios que se deben realizar en caso de que suceda en el trabajo

Las olas de calor suponen un riesgo crónico para las personas trabajadoras en España y los golpes de calor en el trabajo son cada vez más frecuentes. Cada verano, miles de personas desarrollan trastornos por estrés térmico: deshidratación, agotamiento por calor y el peligroso golpe de calor, una emergencia médica que puede dejar secuelas permanentes o resultar mortal si no se atiende con inmediatez.

Por este motivo, USO reclama que la prevención y la formación en primeros auxilios ante el golpe de calor dejen de ser una opción voluntaria y pasen a integrarse como obligación en todos los planes de formación en PRL.

¿Qué es un golpe de calor y cómo detectarlo?

El golpe de calor se produce cuando la temperatura interna supera los 40 °C y el sistema de termorregulación falla, afectando al cerebro, corazón y riñones.

¿Cuáles son los síntomas de alerta que debes conocer? Temperatura corporal elevada (> 40 °C); piel caliente, seca y enrojecida; pulso rápido y fuerte; dolores de cabeza intensos; náuseas, vómitos y confusión o desorientación.

En fases críticas, estos síntomas pueden ser pérdida de consciencia, convulsiones y coma.

Sin una intervención rápida, el golpe de calor avanza en cuestión de minutos hacia un fallo multiorgánico irrecuperable.

Protocolo USO de primeros auxilios ante golpe de calor en el trabajo

USO aconseja seguir los siguientes pasos ante un golpe de calor en el trabajo:

  1. Avisar al 112 y seguir las instrucciones de los equipos de emergencia hasta su llegada.
  2. Traslado a zona fresca. Desplaza al afectado a un área con sombra, ventilación o climatizada. Colócalo en posición semisentada, con la cabeza elevada para facilitar la respiración.
  3. Enfriamiento inmediato. Si es posible, se debe sumergir el cuerpo en agua fría. Si no, se deben aplicar paños o compresas frías en cuello, axilas e ingles. Es recomendable utilizar abanicos o ventiladores para aumentar la evaporación.
  4. Rehidratación controlada. Si la persona está consciente, ofrece sorbos pequeños de agua fresca (sin cafeína ni alcohol). Hay que evitar ingestas bruscas de líquido que puedan provocar vómitos.
  5. Vigilancia continua de los signos vitales: pulso, respiración y nivel de consciencia. Si se produce cualquier cambio, hay que anotarlo para informar a los servicios sanitarios.

Este procedimiento debe estar integrado en el Plan de Prevención de Riesgos Laborales de cada empresa, con roles y responsabilidades claras.

Formación obligatoria y protocolos de actuación

Ante un golpe de calor, que puede llegar a comprometer la vida de las personas en el trabajo, desde USO exigimos:

  • Formación obligatoria y simulacros. Se precisa instaurar cursos certificados en PRL sobre estrés térmico y primeros auxilios para todo el personal (incluyendo mandos intermedios), así como realizar simulacros anuales específicos de golpe de calor, con participación del comité de seguridad y salud.
  • Protocolos escritos y accesibles. Elaborar un manual único, con versión impresa y digital, visible en todos los centros de trabajo. Este incluirá instrucciones claras, mapas de ubicación de zonas frescas y contactos de emergencia.
  • Dotación de recursos mínimos. Garantizar siempre stock de agua potable, compresas frías desechables, abanicos portátiles y camillas. Es fundamental también la señalización de zonas de descanso climatizadas y horarios adaptados a las horas de menos calor.
  • Negociación colectiva reforzada. Para reforzar la PRL, se deben incorporar cláusulas específicas en convenio que reconozcan jornada reducida, plus de calor y descansos adicionales sin merma salarial.
  • Régimen sancionador efectivo. Inspección de Trabajo debe imponer sanciones disuasorias por incumplimientos y, en casos graves, decretar la paralización inmediata de la actividad. Por otro lado, sería conveniente la publicación de actas de inspección y medidas correctoras para reforzar la responsabilidad empresarial.

¿Qué puedes hacer como persona trabajadora o delegado?

  • Difunde esta información en tu centro de trabajo y redes sociales.
  • Reclama la implantación inmediata de todos los pasos del protocolo de primeros auxilios.
  • Organízate con tus compañeros y delegados/as de USO para crear una “brigada térmica” que supervise jornadas y protocolos.
  • Negocia cláusulas de protección anticalor en tu convenio colectivo.

El derecho a un entorno de trabajo seguro y saludable no puede esperar. Frente al calor extremo, exigimos prevención real, formación continua y recursos garantizados. Solo así podremos convertir la norma en una práctica que salve vidas.