En el Día de la Salud Mental, USO reivindica la trascendencia de un entorno laboral seguro y sano para mantener la salud mental de las personas trabajadoras

Contar con unas condiciones de trabajo adecuadas, seguras y estables, contribuye al mantenimiento de la salud mental de las personas trabajadoras. Existen diversos factores de índole personal que inciden negativamente en nuestra salud mental, pero otros de carácter laboral también tienen su influencia en cómo nos podemos sentir y pueden acarrear graves problemas.

La depresión y la ansiedad pueden tener su origen en situaciones extremas en el ámbito laboral, relacionadas con la discriminación o desigualdad en el trabajo, excesivas cargas de trabajo o inseguridad laboral. Trabajar en un entorno laboral seguro y sano es trascendental para el mantenimiento de una correcta salud mental.

El 1% de los trabajadores ha tenido problemas de salud mental causados o agravados por el trabajo

Según el informe `Salud mental y trabajo: diagnóstico de situación´, del INSST, con datos de la EPA de 2020, el 32 % de los trabajadores sufren presión de tiempo o sobrecarga de trabajo, factor que identifican como perjudicial para la salud mental. El 16 %, considera que el trato con clientes, pacientes o alumnos también es un factor ligado a la salud mental en el trabajo.

Otro dato a tener en cuenta es que el 1% de la población trabajadora ha tenido, en el último año, un problema de salud mental (estrés, ansiedad o depresión) causado o agravado por el trabajo. Este porcentaje es superior en el caso de las mujeres (1,2%) y se rebaja al 0,9% en el caso de los hombres.

Las profesiones más expuestas a factores que pueden afectar a la salud mental son transporte y almacenamiento; actividades financieras y de seguros, Administración pública y actividades sanitarias y de servicios sociales.

Por otro lado, según datos del Sistema de Información de Accidentes de Trabajo por Patologías No Traumáticas (PANOTRATSS), en el período 2017- 2020, los episodios de ansiedad representaron el 73 % de los casos, seguidos del estrés postraumático (25 %).

El 3% de la muestra de la Encuesta Europea de Salud-España del año 2020 ha sufrido depresión en el último año, aunque no lo atribuye directamente al trabajo. Este porcentaje aumenta entre las mujeres ocupadas (4,4 %), incrementándose con la edad y en personas con trabajos a tiempo parcial. Sin embargo, es en el caso de la ansiedad -que afecta al 4,6 %- donde sí se refieren causas que tienen que ver con el trabajo. Además de la parcialidad del empleo también aparecen otras características del trabajo que se asocian al deterioro de la salud mental: la temporalidad, ausencia de contrato y el trabajo en ciertas actividades como el empleo doméstico, actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento y las sanitarias y de servicios sociales.

Riesgos psicosociales que inciden en la salud mental de las personas trabajadoras

Analizando los datos, podemos extraer información acerca de la situación de la salud mental laboral de España en los últimos años y del origen de la alteración de ésta en el entorno laboral.

Así, hay determinados factores que pueden influir en el desarrollo de problemas de salud mental como son:

  • Discriminación o desigualdad en el trabajo;
  • Carga excesiva de trabajo;
  • Inseguridad e inestabilidad laboral;
  • Presión por la realización de las tareas en determinadas condiciones (plazos, recursos escasos, etc.);
  • Relaciones interpersonales en el trabajo.

Desde USO queremos que las empresas, al igual que hacen con los riesgos que comprometen la salud física de los trabajadores, sean capaces de identificar aquellos riesgos que pueden alterar la salud mental de éstos. Para ello, deben poner en marcha medidas que los eliminen o controlen para que todas las personas trabajadoras puedan trabajar en entornos seguros y saludables y no encuentren en el trabajo fuentes de riesgo que afecten a la salud, tanto física como mental.