Una delegación de USO encabezada por Julio Salazar, su secretario general, ha participado en la Conferencia de medio mandato de la Confederación Europea de Sindicatos en Roma, celebrada del 29 al 31 de mayo. La elección de Roma, ciudad emblemática, es particularmente pertinente 60 años después de la firma del Tratado de Roma que dió lugar a la Comunidad Económica Europea, la institución antecesora de la actual UE.

Los dirigentes sindicales han sido unánimes en reconocer que a sus 60 años la UE está en malas condiciones, lisiada por múltiples crisis, azotada por el paro, la pobreza, las desigualdades y plagada de desilusiones que ponen nuestra democracia en peligro al favorecer la subida de los movimientos populistas y de extrema derecha. Los sindicatos debemos luchar todos juntos para enderezar el rumbo europeo y llevarlo a buen puerto.

La Conferencia está sirviendo para que los dirigentes sindicales europeos evalúen el trabajo hecho durante los dos años transcurridos desde el último Congreso de la CES y ajusten las prioridades para los últimos dos años del mandato, de aquí al Congreso de 2019.

En esta ocasión, Luca Visentini, secretario general de la CES, ha recordado que la crisis que azota la UE está lejos de haberse terminado. Los trabajadores siguen pagando los platos rotos de los errores de los bancos que casi acabaron con el edificio financiero mundial en 2008 y, a pesar de las promesas de la Comisión Europea, la austeridad sigue siendo una realidad, como testimonian los nuevos sacrificios exigidos a Grecia.

En sintonía con la campaña de la CES por una subida salarial en Europa, Visentini ha subrayado una vez más lo imprescindible de ese aumento para asegurar una verdadera recuperación económica y una mejora duradera del bienestar de todos los ciudadanos. De hecho, inducirá un aumento de la demanda y del consumo, que estimulará el crecimiento económico y generará un clima de optimismo inversionista, lo cual llevará a la creación de empleo, a un aumento general del poder adquisitivo y del consumo, y así perfeccionar el ciclo económico.

Sin embargo, si bien es ineludible, el aumento salarial por sí solo no bastará. Tendrá que ir a la par de unos derechos sociales sólidos en el conjunto de la UE. A este respecto, la propuesta de un Pilar Europeo de Derechos Sociales de la Comisión Europea es un paso en la buena dirección pero debe ser mejorada y, sobre todo, debe concretarse en la realidad y no quedar en letra muerta. También ha insistido en la necesidad apremiante de una verdadera política europea para una movilidad equitativa sin dumping social ni salarial, junto con una política migratoria coherente que tenga en cuenta las necesidades futuras del mercado laboral europeo y favorezca una verdadera integración de los refugiados y otros migrantes en nuestras sociedades.

“Necesitamos una UE más fuerte, más justa, más equilibrada, más unida. Las soluciones a nuestros problemas no se encuentran en los repliegues nacionalistas y los encierros egoístas, y los sindicatos europeos estamos dispuestos a librar las batallas que sean precisas para reconquistar el territorio de los derechos sociales y laborales perdidos durante los últimos años” ha manifestado Julio Salazar. “Sólo así podremos reconstruir la UE, reavivar el espíritu europeo y asegurar que los pueblos europeos miren hacia delante con confianza y seguridad”, afirmó.