CAE son las siglas de Coordinación de Actividades Empresariales, que hace referencia a los trabajadores ajenos que desarrollan su labor en un centro de trabajo

Es posible que hayamos escuchado o leído la expresión “CAE” en nuestro entorno de trabajo, en expresiones como: hay una reunión CAE, tenemos que llevar a cabo la CAE o similares. Pero, ¿sabemos qué significa? ¿Qué implica o a que afecta la CAE?

Con las siglas CAE nos referimos a la Coordinación de Actividades Empresariales. Se trata de un elemento fundamental en la gestión de la seguridad y salud laboral, tal como se refleja en el art. 24 de la Ley de Prevención y en toda la normativa posterior que se dedica a desarrollar, ampliar y concretar esta parte de la prevención.

¿Por qué existe la CAE? ¿Qué propósito persigue?

La razón de ser de la CAE reside en que el centro de trabajo no es un lugar absolutamente aislado, autónomo e independiente. A lo largo de la jornada, además de los trabajadores propios de la empresa titular del centro de trabajo desarrollando su actividad, podemos tener la presencia de otros trabajadores:

  • Empleados del servicio de limpieza de las instalaciones;
  • Trabajadores de servicios técnicos para tareas de mantenimiento o reparación;
  • Transportistas que entreguen o recojan mercancías;
  • Trabajadores de empresas subcontratadas para alguna actividad del proceso de producción;
  • Otros trabajadores de otra y otras empresas que desarrollan la misma actividad con los que se comparte un mismo centro de trabajo.

En cualquier caso, esta coincidencia de trabajadores en un mismo centro de trabajo puede dar lugar a tres situaciones a tener en cuenta en cuanto a seguridad y salud laboral se refiere:

  • Aparición de nuevos riesgos (los propios de la actividad que desarrollan);
  • Agravamiento de los ya existentes;
  • Se pueden dar condiciones de trabajo incompatibles por cuestiones de seguridad (limpieza con agua en aparatos eléctricos sin desconectar de la alimentación eléctrica, por ejemplo).

Aquí es donde entra la CAE, que consiste, en primer lugar, en un intercambio de información acerca de los riesgos propios de todas las empresas que se puedan encontrar en alguna de las situaciones descritas.
En segundo lugar, una vez conocidos los riesgos y las medidas de prevención aplicadas por todas las partes implicadas, realizar una organización de los trabajos de tal forma que los posibles nuevos riesgos se puedan controlar; no se agraven los que ya existen y no se creen situaciones de trabajo incompatibles desde el punto de vista de la prevención.

Desde USO compartimos esta información para que las personas trabajadoras que se puedan encontrar en estas situaciones, sepan que deben ser convenientemente informados y formados para poder desarrollar su trabajo con las mayores condiciones de seguridad posibles. En caso de no disponer de esta información o formación, deben ponerlo en conocimiento de sus delegados de prevención para que éstos lo exijan a la empresa.