La Comisión Ejecutiva Confederal de la Unión Sindical Obrera ha acordado una declaración (Lee la Declaración completa) mostrando su rechazo a los tratados de libre comercio TTIP y CETA y reclama al Gobierno de España y a las instituciones europeas la suspensión de las negociaciones entre Europa y Estados Unidos.

Dos importantes acuerdos internacionales amenazan gravemente los derechos de los ciudadanos y de los trabajadores y trabajadoras: el Acuerdo Económico y Comercial Global con Canadá (CETA), en fase ya de ratificación, y la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (TTIP) con los Estados Unidos, cuyas negociaciones concluirán a finales de 2014. Ambos acuerdos tienen un denominador común, además de las ventajas en aranceles y el secretismo de sus negociaciones: la eliminación la actual regulación de estándares sociales, medioambientales o fiscales, y el establecimiento de un sistema de protección de las inversiones dotado de un mecanismo de Solución de Controversias entre Inversor y Estado (ISDS) que proporcionará un inmenso campo de posibilidades para reforzar el poder de las grandes corporaciones multinacionales en detrimento de los intereses generales de los ciudadanos y de sus democracias.

Tanto USO como las organizaciones sindicales internacionales a las que está afiliada -Confederación Europea de Sindicatos (CES) y Confederación Sindical Internacional (CSI)-, han venido tomando iniciativas y haciendo seguimiento de la evolución de estas negociaciones con gran preocupación.

USO rechaza ambos acuerdos por una serie de razones:
Por las formas de la negociación. Con opacidad y sin transparencia, excluyendo la opinión de la sociedad civil y los agentes sociales.
Por su política desreguladora. Estos acuerdos tienen como eje central la eliminación de barreras no arancelarias, que afectarán de forma negativa a la calidad de vida de ciudadanos y trabajadores.
Por razones de evidentes riesgos de degradación de las normas laborales y sociales, evitando el dumping social y por el apoyo al Trabajo Digno. Los tratados no contemplan ningún tipo de cláusula de protección laboral ante un previsible aumento de la competencia que se resolverá por la vía de la degradación laboral.
Por razones de riesgos de degradación de los servicios públicos mediante externalizaciones o privatizaciones. La irrupción de empresas “low cost” supondrán una presión añadida hacia los gestores políticos de las Administraciones Públicas para la externalización y privatización de servicios a medio y largo plazo.
Por los riesgos para la seguridad alimentaria europea y para los trabajadores del sector primario.
Por el desigual compromiso en cumplir criterios de reducción de emisiones de CO2 y otros contaminantes.
Por no incorporar en la negociación, la política fiscal lo cual puede favorecer la elusión, la competencia fiscal a la baja y los paraísos fiscales.
Porque los tratados incorporan un capítulo dedicado a la protección de las inversiones mediante un mecanismo de arbitraje en preeminencia sobre los tribunales de justicia y sobre la capacidad legislativa.

Manifestación 11 octubre USO considera que ambos tratados favorecen una globalización de menos derechos laborales y sociales, a las grandes corporaciones y los grandes patrimonios y perjudican a la Justicia Social. Además, ponen en evidencia la ambición de crear un mercado de contratación pública transatlántica que podría socavar los pilares fundamentales de las sociedades, en beneficio de las corporaciones globales que hacen caso omiso de los derechos de los trabajadores y de la prestación de un servicio de calidad, dañando también la viabilidad de las pequeñas y medianas empresas locales. Estos tratados no promueven una armonización al alza de derechos y regulaciones ambientales que favorezca a los trabajadores, consumidores y ciudadanos, y, seguramente, sus contenidos serán extrapolables a otros acuerdos comerciales del mundo con un efecto dominó y perjudicarán al resto de las personas favoreciendo un capitalismo global con una mayor fuerza de las multinacionales y con menores derechos y capacidad de intervención de la ciudadanía.

La Unión Sindical Obrera secundará el próximo sábado 11 de octubre la movilización convocada en Madrid por la plataforma de la sociedad civil NO al TTIP, y desarrollará una campaña de acciones y movilizaciones contra ambos tratados con su adhesión a diferentes plataformas nacionales e internacionales.