En el Día de las Personas con Discapacidad, USO apuesta por la sensibilización en torno a la discapacidad y la educación inclusiva

Hoy, 3 de diciembre, se conmemora en todo el mundo el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. En USO nos sumamos a esta efeméride recordando la situación de la discapacidad en el mundo y en España.

Este día fue declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1992 con el objetivo de visibilizar la realidad de las personas con discapacidad, acabar con los prejuicios y estereotipos que se asocian a ellas, así como para promover su plena inclusión en la sociedad, para que puedan vivir con dignidad y en condiciones de igualdad.

Convención de la ONU

La Convención de la Organización de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad ha servido de guía a estados y organizaciones para mejorar la vida de muchas personas y ha cambiado la forma en la que se entendía la discapacidad.

La discapacidad es un concepto que evoluciona constantemente. Si bien antes se ponía el foco en las circunstancias individuales, ahora se define como el resultado de la interacción de las características personales y el entorno social.

Este cambio de enfoque es importante, pues las políticas que se elaboren deberán ir orientadas a la transformación del entorno para eliminar barreras y desigualdades, y no solo a las soluciones médicas individuales.

Según la Convención, la discapacidad es un factor de desigualdad y de exclusión, pero también es una consecuencia de ellas. Especialmente donde mayor sea la privación de recursos y peores las condiciones de bienestar de la población. Reconoce, asimismo, la transversalidad de derechos que considera fundamentales (derechos de la mujer, del niño, económicos, sociales, etc.) y los contextos de multiexclusión que se producen por razones de edad, religión, raza, etc.

Mujeres e infancia, colectivos especialmente vulnerables

Las personas con discapacidad son diversas y no todas tienen las mismas necesidades. Dentro de este colectivo, encontramos especiales vulnerabilidades entre las mujeres que sufren violencia de género, niños con discapacidad o personas jóvenes con bajos recursos y sin acceso a una pensión.

En el caso de las mujeres, se cuestiona su capacidad para emitir juicios y tomar decisiones, y tienen más probabilidad de sufrir violencia que los hombres. A la desigualdad que sufren por el hecho de ser mujeres, se les añade la discapacidad.

Algunas medidas que pueden tomarse al respecto son:

  • Sensibilización: en la última macroencuesta de violencia de género ya se incluye el tema de la discapacidad, una realidad que se visibiliza poco a poco en el dato.
  • Discriminación positiva, necesaria en el caso de las mujeres emprendedoras con discapacidad.
  • Becas de asistencia cuando la mujer tiene que acceder a la formación.
  • Mejorar la accesibilidad en la atención de la violencia de género. La mayoría de las instalaciones no están pensadas para las mujeres con discapacidad.
  • A nivel europeo, es necesario asegurar un acceso efectivo a la justicia; conseguir la unificación de datos de violencia de género de los Estados miembros, y considerar a la violencia o ciberviolencia de género, un eurodelito.

La infancia también es más vulnerable. Según un nuevo informe de UNICEF, publicado en noviembre de 2021, el número de niños y niñas con discapacidad en el mundo es de casi 240 millones, 1 de cada 10 en el mundo. Además, estos tienen un 42 % menos de probabilidades de tener conocimientos básicos de lectura, escritura y aritmética o un 49 % más de probabilidades de no haber asistido nunca al colegio. Y estos son solo dos datos generales de los que, por supuesto, se derivan muchos otros que son desoladores: problemas de discriminación, pobreza y salud mental.

Ausencia de datos en España

Las personas con discapacidad suponen, aproximadamente, un 15 % de la población mundial. En España, se estima que un 9 % de la población tiene alguna discapacidad, mientras que un 1 % tiene algún tipo de discapacidad intelectual o del desarrollo.

El problema es que los últimos datos oficiales, publicados por el Instituto Nacional de Estadística, corresponden a 2008 con cifras de 2007. En 2021, se preveía una actualización de la encuesta “Discapacidad, Autonomía, Personas y situaciones de Dependencia’. Aunque tenemos en cuenta la situación excepcional vivida por la pandemia, desde USO consideramos urgente que se actualicen estos datos, pues, sin ellos, será imposible la correcta implementación de las nuevas políticas de discapacidad aprobadas.

Dignidad y discapacidad: una reforma histórica

En septiembre de 2021 entró en vigor la ley que elimina la incapacitación judicial, la tutela y la patria potestad prorrogada. La reforma, que deroga la legislación anterior en esta materia, da un mayor protagonismo a las personas con discapacidad en su toma de decisiones.

Sustituye, por tanto, la visión paternalista y limitante que siempre se ha tenido sobre la discapacidad, por una mejora del entorno que permita a estas personas ser más autónomas.

Esta nueva legislación se apoyó, además de en la Convención de la ONU, en un informe de la Asociación Española de Fundaciones Tutelares (AEFT) que revelaba que, de un 80% de las personas con discapacidad intelectual con una tutela completa, solo un 20% la necesitaban realmente.

La norma está fundamentada y USO está de acuerdo en transformar la mentalidad social en cuanto a la discapacidad. No obstante, desde el sindicato insistimos en que, para que realmente funcione, se deben poner todos los recursos necesarios sobre la mesa y eliminar la inseguridad jurídica que ha afectado a una gran cantidad de familias tras el cambio de legislación.

Educación inclusiva

En USO afirmamos que la Educación es una cuestión de estado, esencial para la comunidad y que las políticas educativas deben ser inclusivas e integradoras.

Para USO no son admisibles políticas que expulsan o excluyan ninguna realidad educativa del sistema, o que supongan un daño para las expectativas de familias y de las personas trabajadoras. Por eso, rechazamos toda discriminación por motivos de discapacidad y trabajamos para garantizar a todas las personas con discapacidad protección legal igual y efectiva contra la discriminación.

Impulsamos el “principio de inclusión” en la escolarización de las personas con discapacidad, con el fin de asegurar su no discriminación y la igualdad efectiva en el acceso y permanencia en todas las etapas educativas.

Reconocemos y apoyamos a los centros de educación especial. Por ello, la promoción de un sistema educativo que respete la libertad de elección y la integración sociolaboral que permita a las personas con discapacidad tener un desarrollo profesional y vital, con condiciones laborales óptimas, son uno de los principales objetivos de USO en su política en el ámbito de la discapacidad.

La educación es la piedra angular para lograr los objetivos de participación plena, vida independiente, autosuficiencia económica e igualdad de oportunidades. En USO apostamos por un modelo de libre elección donde convivan la educación inclusiva y la educación especial en igualdad de oportunidades.