Los precios mantienen en España una imperceptible subida del 0,1%, al igual que finalizó septiembre, “pero ya observamos un cambio en qué se mantiene y qué sube. En este caso, los precios de la energía ya están mostrando la tendencia típica de cada año al encarar el invierno y, justo cuando entramos en la ola de frío más dura del otoño, vemos que otro año más se quiere condenar a millones de hogares españoles al frío por la pobreza energética”, denuncia Sara García, secretaria de Acción Sindical y Salud Laboral de USO.

Ahondando en los diferentes apartados que componen la cesta de la compra para estudiar la inflación, “las bajadas vienen dadas por el mal momento que está pasando el turismo, no solo por el fin de temporada alta, pues caen los precios también con respecto a la misma época del año pasado. Esto tiene un efecto rebote en el empleo turístico. Ya están comenzando a despedir a personal de tierra en los aeropuertos afectados por la quiebra de Thomas Cook y hoy mismo estamos frente a la última reunión para más de 400 despidos en Ryanair. Durante todo el período de consultas, la campaña política ha sido mucho más importante que velar por el empleo y la conectividad”, señala García.

Y, por otro lado, “las otras subidas tocan el bolsillo directamente: alimentación y vestido. En el global, el IPC es reflejo de la inactividad económica, y, aunque seguimos la misma tendencia a la baja de la Unión Europea desde abril, el descenso comunitario ha sido más ligero y está medio punto por encima del español”, concluye la secretaria de Acción Sindical y Salud Laboral de USO.