La Federación de Enseñanza de USO se muestra decepcionada al ver cómo, nuevamente, se pone la política por encima de la educación

La Federación de Enseñanza de USO, después de analizar la Orden del Ministerio de Educación y Formación Profesional, de 22 de abril, “por la que se establecen el marco y las directrices de actuación para el tercer trimestre del curso 2019-2020 y el inicio del curso 2020-2021”, ve con preocupación la falta de acuerdo general en la Conferencia Sectorial, en unas circunstancias tan graves y excepcionales como las que estamos viviendo.

La ministra declaró, en un primer momento, que se había conseguido un gran consenso en la Conferencia Sectorial del pasado 15 de abril. Tras conocer la respuesta negativa de algunas Comunidades Autónomas a suscribir el documento oficial o hacerlo de forma parcial, “comprobamos, con decepción, que la contienda política sigue marcando el paso en nuestra educación con una confrontación de bloques permanente”, lamentan desde FEUSO.

Se abre un escenario muy delicado, pues el acceso a los títulos académicos estará sujeto a condiciones diferentes según cada Administración. El Ministerio insiste en que la evaluación del tercer trimestre debe tener carácter formativo y de diagnóstico, que la evaluación de curso ha de ser continua y global, y que deberá promocionarse mayoritariamente a todos los alumnos, considerando la repetición como medida excepcional.

FEUSO apuesta por dar el mayor protagonismo a los centros educativos

FEUSO cree necesario, en esta situación tan atípica y novedosa, dar mayor protagonismo al profesorado y a los equipos docentes, y proporcionar más autonomía a los centros educativos, pues son los que mejor conocen la realidad y el contexto particular de su alumnado. Ellos son los más capacitados para adaptar el currículo y los criterios de evaluación y promoción de la manera más justa y razonable para aplicar con carácter personalizado la flexibilidad que todo el mundo invoca, indispensable en las condiciones actuales.

Desde FEUSO, “coincidimos en que los contenidos a evaluar sean los impartidos hasta el 14 de marzo, fecha de inicio del estado de alarma. Ante la dificultad objetiva de hacer una valoración justa del progreso del alumnado con situaciones sociales tan diversas, es mejor optar por transformar el tercer trimestre en un tiempo de refuerzo, de recuperación de los contenidos no aprendidos y de adaptación de las competencias imprescindibles para cada nivel educativo. Consideramos también que es necesario valorar el trabajo realizado durante el confinamiento por un criterio de justicia elemental, de reconocimiento al esfuerzo llevado a cabo por profesores y alumnos, graduando la exigencia según el nivel educativo. No es lo mismo la Primaria que la ESO o el Bachillerato. También ocurre así en la Formación Profesional, con la FP Básica y los ciclos de Grado Medio y Superior”, matizan.

La Federación de Enseñanza de USO agrega que la promoción de curso generalizada supone en la práctica también un aprobado general, algo que rechaza una parte significativa del profesorado. Esto afectará, de manera especial, a los alumnos que cambien de etapa, como es el caso de 6º de Primaria y 4º de ESO. “El 2º curso de Bachillerato es el más importante a considerar, pues las calificaciones cuentan significativamente para la nota de acceso a la universidad y determinará, en muchos casos, la elección de los estudios superiores y de universidad. En este aspecto, al ser la EBAU una prueba de ámbito nacional y con efectos en todo el Estado, era necesario garantizar condiciones de valoración iguales para todos los estudiantes”, pide FEUSO.

¿Qué nos espera cuando termine el curso?

En relación con las actividades de refuerzo y lúdicas que se puedan programar durante el mes de julio, FEUSO no se opone, pero matiza: “es imprescindible que no tengan un carácter lectivo y sean estrictamente voluntarias para alumnos y profesores. Pedimos a las Administraciones que la planificación sea equivalente en toda la red de centros sostenidos con fondos públicos en la dotación de los recursos materiales y humanos necesarios y, especialmente, los relacionados con las medidas de seguridad sanitaria”.

En los centros concertados y privados, tiene que respetarse el marco laboral vigente en sus respectivos convenios colectivos. Por ello, deben contabilizarse, a efectos de registro de jornada, las horas lectivas y no lectivas programadas individualmente para los meses que dure el confinamiento y hasta la apertura de los centros escolares o, en su caso, hasta el 30 de junio.

FEUSO añade otra preocupación: la propuesta que afecta a los procedimientos de admisión para el curso siguiente, donde se dispone que se pueden delegar las funciones de las comisiones de escolarización en la Inspección o en otras unidades administrativas. “Esta medida supone una restricción a la participación de la comunidad educativa en un proceso tan importante. Es necesario arbitrar los medios necesarios para que las comisiones de escolarización sigan realizando su función con normalidad”.

Para FEUSO, la evolución de la pandemia es todavía incierta. Las condiciones de seguridad y de salud de profesores y alumnos deben priorizarse por encima de todo en el futuro retorno a los centros de trabajo y de reactivación de la actividad docente, también de cara al inicio del curso 2020-21. “Deseando una pronta recuperación de la normalidad, tendremos que atenernos a las recomendaciones que hagan las autoridades sanitarias y realizar cuantas adaptaciones sean necesarias para que la reanudación de las actividades académicas no suponga ningún riesgo para la salud de la comunidad educativa”, avisa nuestra Federación de Enseñanza.