USO apuesta por poner fin al cambio de hora y adoptar una decisión basada en su impacto en la salud y bienestar de las personas trabajadoras

El debate sobre la eliminación del cambio de hora en España ha vuelto a la actualidad. Desde USO valoramos la intención de acabar con esta práctica que lleva décadas generando controversia. Sin embargo, reclamamos que cualquier decisión que se adopte priorice la salud y el bienestar de las personas trabajadoras y de toda la ciudadanía. Esta decisión debe basarse en evidencias científicas, no únicamente en la cultura española o desde el punto de vista económico.

La secretaria de Acción Sindical y Empleo de USO, Sara García, reclama que “se elabore un estudio científico y oficial tanto del impacto del cambio horario, como el de los horarios de verano e invierno, sobre los ritmos biológicos de la población”. El objetivo es garantizar la protección de la salud, el descanso y la conciliación de toda la población. “Solo con los resultados que arroje este estudio se podrá adoptar una decisión adecuada sobre qué horario debe ser el que se mantenga todo el año”, explica García. Esta decisión no debe responder únicamente a criterios económicos o empresariales. También debe tener en cuenta factores geográficos y biológicos para proteger eficazmente la salud y el bienestar de todos.

La salud de los trabajadores y trabajadoras no puede estar supeditada a intereses comerciales, turísticos o de ocio. Es hora de escuchar a la ciencia, a los expertos en cronobiología y salud laboral, y tomar decisiones que protejan el bienestar de quienes sostienen la economía con su trabajo diario. “Seguiremos defendiendo que cualquier decisión política que afecte a las condiciones de trabajo y a la salud laboral debe contar con el respaldo de la evidencia científica y la participación de los agentes sociales. La salud y el bienestar de las personas trabajadoras no son negociables”, insiste García.

El cambio de hora sí afecta a la salud de las personas y de los trabajadores

El cambio de hora se implantó en España en 1974 como medida para ahorrar energía. Este ahorro energético, que fue el argumento original, ya no se sostiene en la actualidad. Estudios recientes del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) y de la Comisión Europea indican que el impacto en el consumo eléctrico es mínimo -inferior al 0,1%-.

Por tanto, debemos centrarnos en lo que realmente importa: la salud de las personas, ámbito en el que sí tiene un impacto significativo. Desde el Gabinete de Seguridad y Salud de USO reflexionamos cada año sobre si este cambio de hora afecta a nuestra salud o no. La respuesta es afirmativa. Está demostrado que los cambios de horario, ya sea cambio de zona horaria o, como en este caso, variar la hora con fines de aprovechamiento energético, incide en la salud.

Cualquier factor que afecte a nuestra salud, afecta a nuestro trabajo y puede tener consecuencias en la seguridad y salud laboral. Desde el punto de vista biológico no hay estudios concluyentes acerca de que el cambio de hora produzca trastornos a nivel fisiológico. Sin embargo, sí ocasiona pequeños desajustes con impacto real en nuestro día a día.

El cambio de hora puede incidir en la salud de los trabajadores debido a que estos cambios modifican y afectan al descanso y los biorritmos durante al menos tres días. Los principales efectos incluyen:

  • Alteración del sueño: menos horas de sueño y peor descanso. La falta de descanso es un factor de riesgo de accidentes, al tener menos reflejos y capacidad de reacción.
  • Cambios en el estado de ánimo y en el humor, que afectan tanto al bienestar personal como a las relaciones laborales.
  • Peor rendimiento físico y mayor sensación de cansancio, lo que puede comprometer la seguridad en trabajos que requieren esfuerzo físico.
  • Peor rendimiento intelectual: aumenta la dificultad para concentrarnos, especialmente peligroso en tareas que requieren atención sostenida.

El cuerpo humano realiza muchas de sus funciones biológicas de manera que se repiten periódicamente con una regularidad de 24 horas. Y el cambio de hora supone una alteración de estas rutinas. Puede parecer que una hora adelante o atrás es un cambio mínimo que no debería ser capaz de afectarnos. Sin embargo, cada vez que nos encontramos en esta situación —en España, dos veces al año— la mayoría experimenta síntomas provocados por el cambio de hora.

Síntomas que pueden aumentar el riesgo laboral

¿Qué podemos experimentar? Cansancio, irritabilidad, falta de concentración. Todo esto, en algunos trabajos o tareas, puede resultar un factor de riesgo añadido a los que ya forman parte del mismo.

Las actividades que requieren un elevado nivel de atención, concentración o destreza pueden ver su nivel de riesgo aumentado por el cansancio, somnolencia y falta de concentración que sufrimos tras el cambio de hora.

También, en aquellas actividades donde la atención al público suponga el grueso de la jornada también se puede experimentar un aumento en cuanto al riesgo psicosocial. Al estar más cansados, aumenta nuestra irritabilidad y tendemos a bajar nuestro nivel de tolerancia en el trato con otras personas.

El cambio de hora repercute especialmente en la jornada de los trabajadores con horario de noche. Además de las repercusiones en nuestra salud, también tiene consecuencias sobre la jornada, al añadir o restar una hora de trabajo. En estos casos es fundamental revisar el convenio colectivo para ver cómo regula esta situación, especialmente si se trata de turnos rotativos o de empleo temporal. Es habitual que la hora de exceso se compense con descanso o se abone según se especifique en el convenio. También por convenio se puede adaptar el horario de entrada o salida según cómo afecte el cambio de hora oficial.

Si el convenio no recoge nada, recurrimos al Estatuto de los Trabajadores. En su artículo 35 establece qué son horas extraordinarias (las que se realicen sobre la duración máxima de la jornada ordinaria de trabajo) y que, en ausencia de regulación sobre su abono, “se entenderá que las horas extraordinarias realizadas deberán ser compensadas mediante descanso dentro de los cuatro meses siguientes a su realización”.

Cuando se trata de personas trabajadoras con contrato indefinido y turno nocturno, se suele compensar la hora de menos del cambio de horario de verano con la hora de más en el horario de invierno.

Recomendaciones para adaptarse al cambio de hora

La comunidad científica es clara en sus recomendaciones sobre la adopción del horario de invierno, al ser más beneficioso para la salud. En cambio, 7 de cada 10 españoles prefiere mantener el horario de verano durante todo el año. Mientras se toma una decisión definitiva sobre el cambio de hora, desde USO recomendamos que se realice un cambio gradual en las rutinas.

Una de las más importante, a la hora del descanso. Como anochece más temprano, organizar las tareas procurando que aquellas que impliquen no estar en casa las puedas realizar tras el trabajo. Aquellas que realizamos en casa, déjalas para última hora de la tarde. Con esto estamos acostumbrando al cuerpo a asociar la llegada a casa con el descanso y habituándolo al nuevo horario y ciclo de luz.